Santiago de Chile, 26 feb (EFE).- El presidente de Chile, Sebastián Piñera, inauguró este sábado un nuevo terminal internacional en el aeropuerto Arturo Merino Benítez de Santiago, el más grande del país, que hasta ahora solo contaba una sección de llegadas para no residentes.
«Las nuevas instalaciones entregan una nueva puerta de conexión con el extranjero y duplican la capacidad del recinto, que pasa de 13 a 38 millones de pasajeros al año», dijo el mandatario en un punto de prensa.
El terminal, que representan una inversión de 1.000 millones de dólares, cuenta con cuatro espigones nuevos, 45 puertas de embarque, 96 puestos de facturación y un total de 66 casetas adicionales de control fronterizo.
En paralelo, se inauguró un nuevo terminal terrestre de buses en la parte sur del aeropuerto «que comunicará a los pasajeros con el transporte público de Santiago», agregó Piñera.
Además, se desplegarán casi 7.000 estacionamientos para automóviles, un anfiteatro para 250 personas y un centro de exposiciones.
El proyecto de la obra se presentó durante el primer mandato de Piñera (2010-2014) y se adjudicó la operación por 20 años a la concesionaria Nueva Pudahuel en 2015, durante la administración de Michelle Bachelet.
La obra comenzó a ejecutarse en 2016, requirió de la contratación de 4.500 personas, y concluyó a días de que Piñera terminara su segundo periodo presidencial, el próximo 11 de marzo.
«Estamos contribuyendo a que sea más fácil el uso de la aviación comercial, para hacer más económico y abrir la navegación aérea a la mayor cantidad de chilenos posibles», concluyó.
En Chile hay alrededor de 17 aeropuertos habilitados, y 8 de ellos reciben turismo internacional.
Después de meses con las fronteras blindadas a los no residentes por la pandemia de la covid-19, Chile abrió el tránsito a turistas el pasado octubre, aunque con estrictos protocolos sanitarios que incluyen la exigencia de un carné que acredite el esquema completo de vacunación.