La Paz, 15 jun (EFE).- El valor del contrabando que se movió por Bolivia en 2022 alcanzó los 3.331 millones de dólares (3.042 millones de euros), según una estimación de la Cámara Nacional de Industrias (CNI), que advirtió este jueves que el ritmo de crecimiento de ese delito ha duplicado al de la economía del país en los últimos años.
La cifra fue presentada durante el seminario internacional «Del comercio informal al crimen organizado: Los desafíos de la región frente al contrabando», en el que participaron representantes de la CNI y sus pares de Chile, Perú y la región oriental de Santa Cruz, además de algunas autoridades bolivianas y peruanas.
«Para el año 2022, el valor del contrabando estimado y referencial en Bolivia alcanza 3.331 millones de dólares. En 1999, se estimaba un valor del contrabando de 2.000 millones de dólares», precisó en su exposición el asesor de la presidencia de la CNI, Hugo Siles.
Esto supone que en 22 años el contrabando en Bolivia «se ha triplicado», indicó Siles.
Según Siles, la cifra de contrabando calculada para 2022 representa el 7,96 % del PIB de Bolivia, equivalente a «un mes de la producción total» del país.
También alertó de que el ritmo de crecimiento de ese delito fue el doble del de la tasa de desarrollo del producto interior bruto (PIB) de Bolivia.
Esto quiere decir que pasó de entre 2 % a 5 %, a cerca del 8 % actual, mientras que la economía nacional ha crecido en torno al 4 % en los últimos años, indicó.
El estudio de los industriales bolivianos también advirtió de que cuanto más devalúan sus monedas los países vecinos, más contrabando ingresa a Bolivia desde esos territorios.
El nivel de decomisos que realizó la Aduana Nacional respecto del nivel de contrabando en 2022 fue de 3,2 %, según la misma fuente.
En declaraciones a EFE, el presidente de la CNI, Pablo Camacho, explicó que también se calcula que el nivel de evasión tributaria del contrabando alcanzó los 930 millones de dólares, un monto con el que se pudieron construir 16 hospitales de tercer nivel, es decir, que atienden todas las especialidades médicas.
«Esas cifras tienen que alertarnos, tienen que preocuparnos», manifestó Camacho, quien también urgió a un trabajo conjunto entre empresarios y el Estado porque las afectaciones no son sólo a las industrias, sino al desarrollo boliviano.
Además, el análisis alerta de que «una de las correlaciones más fuertes se presenta entre el incremento del contrabando y la caída de las reservas internacionales netas en el país».
El contrabando tiene un impacto directo en 38.000 industrias en Bolivia y pone en riesgo las más de 600.000 fuentes de trabajo que genera el sector manufacturero, en un país donde la informalidad ronda el 90 %, según la CNI.
Los industriales advirtieron de que ese delito «frena la reactivación económica, el proceso de sustitución de importaciones y los objetivos de crecimiento que se ha trazado el Gobierno y el sector privado para poder expandir sus ventas» y «desindustrializa a Bolivia».
La Cámara de Industrias planteó reactivar y ampliar el Consejo Nacional de Lucha contra el Contrabando, modificar el Código Tributario, fortalecer las acciones en las fronteras contra ese delito y tener un manejo oportuno de la información, entre otras acciones.