Santiago de Chile, 30 abr (EFE).- El reclamo de una renta de emergencia y la congelación de los precios por la pandemia, así como el aumento del sueldo mínimo, se encuentran entre los principales reclamos de la huelga general que se vivió este viernes en Chile y que movilizó a más de 35.000 trabajadores, según los convocantes.
Luego de semanas de tensión política agudizada por el acalorado debate en torno a un nuevo retiro anticipado de los fondos de pensiones para aliviar la crisis provocada por la covid-19, la Central Unitaria de Trabajadores (CUT) de Chile llamó a una «Huelga General Sanitaria» para esta jornada, en la antesala de la celebración este sábado del Día Internacional del Trabajo.
Según estimaciones de la CUT, decenas de miles de trabajadores se sumaron desde esta madrugada al paro nacional, incluyendo sindicatos y federaciones de empresas públicas como la Corporación Nacional del Cobre, Banco Estado, Empresa Nacional del Petróleo, Metro, Correos de Chile, Televisión Nacional, Ferrocarriles del Estado y la Empresa Nacional de Minería, entre otras.
«No se va a dejar de atender en los servicios de salud por la huelga (pero) no podemos quedar impávidos frente a una autoridad que ha aprovechado la pandemia para precarizar las condiciones laborales», dijo en la emisora local radio Cooperativa la presidenta de la CUT, Bárbara Figueroa.
El objetivo, según explicó la dirigente, es presionar para obtener un «diálogo efectivo» con las autoridades gubernamentales, e instalar en la opinión pública puntos propuestos hace semanas que «el Ejecutivo no quiso escuchar»: renta básica de emergencia, congelamiento del precio de los alimentos y un salario mínimo de 500.000 pesos (cerca de 700 dólares).
ACUMULACIÓN DEL DESCONTENTO
Las movilizaciones en Chile no se han detenido desde el estallido social de octubre de 2019, aunque producto de la pandemia entraron en una fase de reflujo que va y viene según las condiciones sanitarias.
En las afueras del Palacio de La Moneda, en pleno centro de la capital, el presidente de la Agrupación Nacional de Empleados Fiscales, José Pérez, afirmó a Efe que esta paralización es por «razones estructurales, como falta de presupuesto y atención oportuna», además de «empujar una renta de emergencia familiar (…) y una reforma que implique impuestos a los súper ricos y una reforma tributaria con justicia social».
Desde el Ejecutivo se han diseñado diversos instrumentos para ir en ayuda de las familias más golpeadas por la crisis económica, que según el Banco Mundial llevó a 2,3 millones de personas a pasar de la clase media a condición de vulnerabilidad.
Sin embargo, los más de 18.000 millones de dólares en apoyos fiscales «no han llegado a la gente» debido a los múltiples requisitos de acceso producto de la focalización, según sostienen la oposición de izquierdas y los sindicatos.
Durante la pandemia, el Congreso aprobó tres proyectos que permiten a los ciudadanos retirar de forma anticipada hasta un 10 % de sus fondos de pensiones como ayuda ante la pandemia, el último vio la luz esta semana después de que el Tribunal Constitucional no admitiera el requerimiento que le había hecho el Gobierno para tratar de frenarlo.
«No es posible que salgamos de esta crisis socio-sanitaria, si no somos capaces de demandar, efectivamente, una preocupación real del Gobierno», dijo la consejera a cargo de la Secretaría de Salud de la CUT, Karen Palma, según un comunicado de la organización.
Por su parte, el secretario general de la CUT, Nolberto Díaz, dijo que no solo es en protesta contra este Gobierno «indolente e incapaz» sino también es para «responder a la avaricia, al egoísmo, a la prepotencia y a la soberbia que han mostrado los empresarios».
MOVILIZACIÓN EN PANDEMIA
Producto de las restricciones sanitarias, las manifestaciones han tomado diversas formas: desde la inasistencia o desconexión del teletrabajo, hasta cacerolazos y pequeñas concentraciones en las afueras de edificios públicos y hospitales.
Las autoridades dispusieron una mayor vigilancia policial en algunos puntos ante posibles manifestaciones o altercados, pero no hubo concentraciones masivas debido a la situación sanitaria y convocantes llamaron a que cada uno se sume a la huelga en la medida de sus posibilidades, evitando aglomeraciones.
A la huelga se sumaron trabajadores de la salud, que durante 2020 protagonizaron al menos cinco movilizaciones nacionales insistiendo en la necesidad de mejorar la gestión de la pandemia, que por estos días sigue golpeando al país con más de 7.000 casos diarios y más de 26.000 fallecidos desde el inicio de la emergencia.