Ciudad de México, 9 nov (EFE).- La Asociación Mexicana de Energía (AME) solicitó a las autoridades y participantes en el sector que apliquen políticas que favorezcan las inversiones bajo un marco regulado, de respeto a la competencia y sostenible, para así garantizar la seguridad energética a la población.
«Es indispensable que las políticas públicas y el marco legal ofrezcan las condiciones que garanticen el crecimiento ordenado del sistema eléctrico. Hacemos una invitación para que las autoridades y reguladores encuentren vías de diálogo y una solución consensuada en el marco institucional», expuso en un comunicado.
Esto sucede tras las críticas sobre el modelo energético mexicano en el marco del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) vertidas en octubre por el embajador estadounidense en el país, Ken Salazar, quien dijo que la política de López Obrador favorecía a las empresas mexicanas en detrimento de las extranjeras.
Ante ello, el presidente mexicano aseguró que la soberanía del país en materia energética «no está sujeto a ninguna negociación, a ningún tratado, es un asunto de principios».
Ahora, la AME hizo un llamado a las autoridades para que encuentren una forma de trabajar «en conjunto» para crear un clima favorable a la inversión, en medio de consultas bajo el T-MEC por este favoritismo a las empresas estatales Petróleos Mexicanos (Pemex) y la Comisión Federal de Electricidad (CFE).
«México cuenta con un enrome potencial para atraer inversiones productivas que impulsen el crecimiento económico, en particular en el contexto mundial. La participación de todos los actores es indispensable para ello», subrayó el documento.
La AME recordó que el Programa de Desarrollo del Sistema Eléctrico Nacional 2022-2036 (PRODESEN) estima un crecimiento de 2,7 % anual de la demanda de energía eléctrica en los próximos 15 años, una tendencia que vaticinaron que se mantendrá en el futuro.
Esta realidad, recalcó la AME, «implica retos para lograr un suministro eléctrico confiable, sustentable y asequibles».
Para ello, expuso la necesidad de impulsar un «contexto de reordenamiento de las cadenas de suministro globales», a fin de generar una oportunidad para «acelerar el desarrollo económico y la integración de las cadenas productivas nacionales».
Más allá de un impulso a la inversión, la AME propuso que se incorpore al Sistema Eléctrico Nacional la capacidad de generación eléctrica de centrales que no han sido interconectadas o que han sufrido procesos de desconexión.
Uno de los potenciales logros que esperan alcanzar con estas medidas es una mayor participación en los esquemas de producción, innovación tecnológica y descarbonización global, toda vez que las energías renovables han sido relegadas en el modelo energético actual.
Por último, la AME reiteró su compromiso de impulsar un diálogo entre los distintos actores para «aprovechar las oportunidades que ofrece el contexto internacional y el potencial del mercado interno» para que se traduzcan en energía competitiva para empresas y asequible para todos los mexicanos»