fbpx
22 °C Asunción, PY
22 de noviembre de 2024

La crisis deja un paisaje de negocios cerrados en las ciudades bolivianas

Cochabamba (Bolivia), 7 ago (EFE).- El centro de Cochabamba, una de las principales ciudades de Bolivia, muestra un paisaje de negocios cerrados donde antes bullía la actividad comercial, reflejo de una crisis económica en el país.

«Es complicado cubrir los gastos, por el centro los costos de alquiler son elevaditos», confesó a Efe Ronald Málaga, que lleva uno de los pocos negocios abiertos en una céntrica calle de esta ciudad.

Bolivia lleva más de cuatro meses de cuarentena por la pandemia de la COVID-19, con una serie de restricciones que han mermado notablemente la actividad económica.

Cuando empezó la cuarentena en marzo pasado la Federación de Entidades Empresariales Privadas de Cochabamba advirtió de que el 80 por ciento de unas 5.000 empresas registradas entraba en crisis.

Ese presagio de que apenas el 20 por ciento iba a seguir funcionando se nota en el centro de esta ciudad, de algo más de 600.000 habitantes y capital de la región central de Cochabamba.

«No se llega a cubrir siquiera para pagar el alquiler», lamentó este comerciante ante la puerta de su peluquería sin clientes en ese momento.

Málaga sentenció que «obviamente tienes que cerrar, uno no puede endeudarse», como pasó a muchos de los comerciantes de la misma calle, en la que apenas se ve gente y son pocos los vehículos que pasan.

Este comerciante señaló que muchos dependen de la «humanidad» del dueño del local que tienen alquilado, si entiende que no queda otra que rebajar el alquiler o ser flexible con los pagos mensuales, para que los negocios vayan pagando «poco a poco, lo que se pueda».

Pero «otros con esta pandemia no pudieron resistir», aseveró a la puerta de su peluquería ante una calle con un panorama de persianas bajadas, verjas cerradas y sin sinfín de carteles de locales y oficinas en alquiler.

«Es difícil, estamos en unos tiempos muy difíciles», concluyó Ronald Málaga, mientras esperaba algún cliente.

La economía boliviana creció en el primer trimestre del presente año el 0,6 por ciento, el crecimiento más bajo en casi dos décadas, desde 2001, y organismos internacionales como el Banco Mundial prevén que a lo largo de 2020 pueda caer hasta el 5,9 por ciento.

Otros como el Fondo Monetario Internacional auguraban que el desempleo crecerá hasta el 8 por ciento este año en Bolivia, una cifra que ya se alcanzó en mayo en el país, que tiene una de las economías informales más altas del mundo, con cerca del 62 por ciento de su población activa que depende del día a día de lo que gana en la calle.

El Gobierno interino busca aliviar esta crisis con una serie de planes en apoyo a distintos sectores, como uno que prevé cerca de 2.228 millones de dólares para preservar alrededor de tres millones de empleos y generar otros.

You cannot copy content of this page