Santana de Parnaíba (Brasil), 27 nov (EFE).- El exfutbolista Edmílson José, campeón mundial con Brasil en 2002, ha montado su propia «fábrica de jugadores» para recuperar la esencia del futbolista brasileño y el ‘jogo bonito’ que deslumbró al mundo décadas atrás con una metodología atrevida y la ayuda de la inteligencia artificial.
«El ADN de nuestro fútbol es formar jugadores inteligentes, con creatividad e improvisación y hace algún tiempo que eso lo perdimos», lamenta el exjugador del Olympique de Lyon y Barcelona, en una entrevista con Efe.
A sus 44 años, Edmílson se ha sumergido en este ambicioso proyecto deportivo que echó a andar el 13 de junio de 2019 con la creación del club Ska Brasil, cuya sede está en Santana de Parnaíba, en el área metropolitana de la ciudad de Sao Paulo.
«Nuestra primera misión es formar jugadores con nuestro ADN, con nuestras características», pero también «formar a la persona» para que si «alguno sale de aquí para un equipo de Brasil o de fuera puedan decir que tiene un ADN diferente», expresa.
Ska Brasil nació a partir de una triple alianza entre el grupo japonés Skylight, el Osasco, antiguo club de la región y el propio Edmílson, quien preside la nueva entidad.
«No queremos competir con Flamengo o Sao Paulo, nosotros queremos ser proveedores de un producto diferente, pero será difícil porque vamos a tener que romper con algunos paradigmas», señala.
Los tres pilares de su metodología son: improvisación, creatividad y enfrentamiento. Esos son los valores que quiere imprimir a sus pupilos en las categorías sub-15, sub-17 y sub-23 del Ska.
«Hoy se ven pocos jugadores así. El único futbolista que hoy es el mejor del mundo en el uno contra uno es Neymar porque tuvo una formación de atreverse con el regate, hoy eso lo vemos muy poco en el campeonato Brasileño», afirma.
Edmílson, quien también jugó en el Villarreal, Zaragoza (España), Sao Paulo, Palmeiras y Ceará (Brasil), ha apostado fuerte por conseguir su objetivo.
El Ska, en cuyo organigrama deportivo también figura el brasileño Demetrius Ferreira, exlateral del Olympique de Marsella, entrena en unas instalaciones con gimnasio, dos piscinas, comedor y un conjunto de casas para que los jugadores puedan concentrarse.
INTELIGENCIA ARTIFICIAL PARA MEJORAR EL RENDIMIENTO
También ha incorporado la más alta tecnología para mejorar las capacidades físicas y técnicas de los jugadores y prevenir hasta cierto grado lesiones por medio de una espinillera inteligente creada por la plataforma tecnológica Oliver, una start-up de origen argentino.
Consiste en un pequeño dispositivo GPS de apenas 4×3 centímetros que se coloca en el bolsillo interno de una espinillera de tela y es capaz de registrar multitud de parámetros, desde el riesgo de lesión, hasta la aceleración del golpeo, así como el mapa de calor, la distancia recorrida o el tiempo de actividad, entre otros.
«Los muchachos se han adaptado bien y es una buena herramienta para trabajar con el alto rendimiento», opina Edmílson, quien considera que el aparato es «innovador» y más cómodo frente a otros que se colocan en otras partes del cuerpo como el pecho o el abdomen.
Fabricio Corcino, de 34 años, es fisiólogo del SKA y quien recibe todos los datos que le proporciona Oliver y elabora un análisis para la comisión técnica que, en función de los resultados, planificará la preparación de diferente forma.
«Como está en la pierna, conseguimos medir la aceleración del golpeo, cómo de fuerte fue el disparo y el volumen de los lanzamientos fuertes. Eso nos da información sobre el control muscular, de carga de isquiotibiales, que es el grupo muscular más afectado durante los partidos», expone.
«Ayuda mucho porque, por ejemplo, hay veces que tu cuerpo no siente tanto la carga muscular y la tobillera te ayuda a decirte si estás sobrecargado o no», afirma a Efe Nicolás Márquez, defensa uruguayo del Ska, de 22 años.
UN PROYECTO QUE VA MÁS ALLÁ DE LAS CANCHAS
Edmílson también entiende el fútbol base y su proyecto como una oportunidad para educar a los jóvenes.
«Porque no puedo tener un niño de 14 a los 20 años y que no funcione y simplemente devolver ese niño mal educado a su padre y a la sociedad, que es lo que ocurre hoy», afirma.
«Aquí también hay un proceso educativo porque el fútbol no es solo ser jugador de fútbol, hay 44 profesiones dentro del fútbol, tienes asesor de prensa, camarógrafo, médico, preparador físico, técnico….», agrega.
Por ello, el año que viene pretende poner en marcha un programa de cursos para que los jóvenes puedan empezar a formarse en otras áreas relacionadas con el balompié.
«Mañana, si no sale bien, el joven se acordará y dirá: ‘Estuve tres años en el Ska y aprendí marketing deportivo. Voy a estudiar eso’. Se trata de motivarles lo mínimo para que sigan dentro porque el 99 % no va a ser jugador», sentencia.
«Tenemos que devolver a la sociedad una persona completa, no un frustrado», completa.