Ciudad de México, 7 ene (EFE).- La inflación en México cerró 2021 con un alza del 7,36 % interanual, manteniéndose en su mayor nivel en más dos décadas, debido a una sustancial subida de los precios al consumidor de insumos básicos como los alimentos y los energéticos.
«En México, la inflación de diciembre se ubicó en una tasa anual de 7,36 % y una tasa mensual de 0,36 %, siendo la mayor inflación al cierre de un año desde diciembre del 2000, hace 21 años», explicó a Efe la directora de análisis económico de Banco Base, Gabriela Siller.
El índice de precios subyacente, considerado un mejor parámetro para medir la carestía general porque elimina artículos de alta volatilidad en sus precios, aumentó el 0,80 % mensual y dejó la tasa anual en el 5,94 %, según señaló el Inegi.
Dentro del subgrupo de bienes y servicios subyacentes, las mercancías aumentaron el 0,91 % y los servicios crecieron un 0,68 %, con una tasa anual del 7,40 % y del 4,30 %, respectivamente.
En los no subyacentes, los precios de los agropecuarios cayeron un 0,08 % respecto al mes anterior y los energéticos y tarifas autorizadas por el Gobierno disminuyeron un 1,56 %.
Pero a nivel anual, los precios de los agropecuarios han crecido un 15,78 %, mientras que las tarifas energéticas se han elevado un 8,68 %.
Los datos de diciembre también reflejan una sutil ralentización en el alza de la inflación, pues en la primera quincena de diciembre esta fue de 7,45 %, y en noviembre, del 7,37 %.
PRONÓSTICOS PARA 2022
Pese a esta ralentización en la subida de los precios en diciembre, los pronósticos para 2022 han ido al alza en los últimos meses.
La Junta de Gobierno del Banco de México (Banxico) admitió este jueves que las expectativas de inflación para 2022 ya se encuentran por encima de la meta del 3 % y que el alza de precios ya no parece un fenómeno transitorio.
“Todos (los integrantes del Banxico) señalaron que los pronósticos de las inflaciones general y subyacente se revisaron nuevamente al alza, especialmente los de 2022”, reveló la minuta del banco central relativa a su última reunión de 2021, cuando incrementó la tasa de interés al 5,5 % precisamente para atajar el alza de precios.
Además, en la más reciente encuesta con analistas privados que divulga Banxico la inflación para 2022 se situó ya en el 4,22, superior al 4,12 % proyectado un mes antes.
«Siguen presentes las presiones inflacionarias y es muy probable que una buena parte del 2022 sigamos viendo inflaciones altas, inclusive se espera que sea hasta finales de este año cuando la inflación regrese al límite superior permitido por el Banco de México del 4 %», agregó Siller.
POBREZA Y CRECIMIENTO ECONÓMICO
La inflación se sitúa a niveles similares a los de Chile (7,2 %) y a los de Estados Unidos, que en noviembre registró una tasa interanual del 6,8 %, su mayor nivel en 40 años.
No obstante, preocupa especialmente en un país como México donde, según el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), el 43,9 % de la población está en situación de pobreza, 55,7 millones de mexicanos.
Especialmente por datos como el del índice de precios de la canasta de consumo mínimo, formada por 176 productos y servicios, presentó un aumento del 0,29 % mensual y del 8,11 % interanual.
«La expectativa de que prevalecerán las presiones inflacionarias la mayor parte del 2022 afecta el poder adquisitivo de los mexicanos y por lo tanto también afecta al crecimiento económico», dijo Siller.
Tras la histórica caída del 8,2 % del producto interno bruto (PIB) en 2020, la analista estimó un crecimiento económico del 5,8 % en 2021 y del 2,5 % en 2022, con lo que la recuperación del PIB a un nivel previo a la pandemia no se dará hasta 2023.
«Y en términos per cápita, (la recuperación del PIB no se dará) hasta 2027 dada la alta inflación y el estancamiento económico», agregó.
Este jueves, el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, reconoció el problema de la inflación, aunque aseguró que los índices mejorarán.
«Espero que sea transitorio, depende de muchos factores externos que se originaron con la pandemia. Toda la afectación a la actividad productiva, los incrementos de precio en alimentos, en el acero, en el transporte, también más demanda porque se inyectaron fondos, sobre todo en Estados Unidos, más dinero circulante y menos oferta», resumió.