Río de Janeiro, 31 may (EFE).- La economía de Brasil crecerá un 3,7 % este año y un 2,5 % en 2022 en caso de que el Gobierno consiga controlar la pandemia de la covid y la creciente inflación, según el estudio de perspectivas divulgado este lunes por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).
La organización, a la que Brasil espera ingresar como miembro pleno, considera que la fuerte recuperación económica que la mayor economía latinoamericana viene experimentando desde finales de 2020 le permitirá al país superar la crisis generada por la covid, que le provocó una histórica retracción económica del 4,1 % el año pasado.
«A pesar del alto número de infecciones y muertes, la economía se recuperó con fuerza a fines de 2020. Se espera que el crecimiento del PIB alcance el 3,7 % en 2021 y el 2,5 % en 2022, impulsado por un aumento progresivo del consumo y de la inversión», dice el estudio.
El organismo, sin embargo, condicionó la recuperación al control de la pandemia, ya que Brasil es uno de los países más castigados en el mundo por la covid, con unas 460.000 muertes y 16,4 millones de contagios, y enfrenta a la amenaza de una tercera ola ya que el proceso de vacunación avanza lentamente.
«La situación sanitaria es preocupante. La propagación del virus se aceleró a principios de 2021. La amplia propagación del virus y las medidas de restricción descoordinadas a nivel gubernamental han agravado la situación. El proceso de vacunación es lento a pesar de la capacidad local de producción de vacunas», dice el informe.
«La recuperación dependerá de la evolución de la pandemia. A pesar del sólido crecimiento en los dos primeros meses del año, impulsado por el comercio minorista y otros sectores de servicios, la actividad en el primer semestre será moderada, limitada por el alto nivel de propagación del virus y restricciones de movilidad», agrega.
Según la OCDE, es posible proyectar un fuerte repunte económico en la segunda mitad del año, liderado por el consumo de los hogares y las exportaciones, desde que se acelere la vacunación y se mejore el control de la propagación del virus.
Ello debido a que el ahorro acumulado en 2020 mantendrá los niveles de consumo pese a la caída de los ingresos por el aumento del desempleo y a que las exportaciones seguirán beneficiándose de la recuperación de la demanda mundial por alimentos y minerales, y de la subida de los precios de las materias primas.
Para la OCDE, la otra amenaza a la recuperación de Brasil es la inflación, que ha repuntado en los últimos meses y se prevé que termine este año por encima del techo de la meta que se impuso el Banco Central para 2021 (máximo del 5,25 % anual).