Buenos Aires, 13 mar (EFE).- El ataque que sufrió este sábado el vehículo en el que viajaba el presidente argentino, Alberto Fernández, por parte de manifestantes en la provincia de Chubut (sur) provocó una oleada de apoyo al mandatario desde el oficialismo y la principal coalición opositora.
«La violencia que algunos pocos han demostrado en ocasión de mi visita a Lago Puelo no acompaña esa vocación que nos impulsa. Estoy seguro que esa violencia tampoco es compartida por el pueblo chubutense y por quienes habitan nuestra querida Argentina», dijo Fernández en su cuenta en Twitter.
El presidente agradeció además los mensajes de solidaridad recibidos, que según él «prueban la soledad» de quienes lo atacaron, a quienes calificó de «violentos» y que, en algunos casos, portaban consignas contra la minería en Chubut.
Los incidentes tuvieron lugar en la mañana, cuando Fernández llegó a la localidad de Lago Puelo para visitar las zonas afectadas por los incendios que tienen lugar allí desde hace varios días.
Cuando una camioneta lo transportaba a él, a dos de sus ministros y a la primera dama, Fabiola Yáñez, entre otros, un grupo de personas apedreó el automóvil e incluso rompieron dos de sus vidrios.
Luego, cuando Fernández se bajó de la camioneta, algunos manifestantes lo increparon y estuvieron a pocos centímetros de él, pero el mandatario salió ileso.
El expresidente argentino Mauricio Macri (2015-2019), opositor al Gobierno de Fernández, fue uno de los primeros en repudiar el ataque que recibió su sucesor y dijo en Twitter que «la violencia nunca es el camino».
«Repudio el hecho de agresión que vivió el Presidente en Chubut. La manera de expresarse no es a través de la violencia», dijo el jefe de Gobierno de la ciudad de Buenos Aires, Horacio Rodríguez Larreta, también opositor.
Desde el espacio político del presidente, el peronismo, llegó la defensa de varios miembros del Gabinete de Fernández y de multitud de referentes de dicha corriente.
La ministra de Seguridad, Sabina Frederic, afirmó en redes sociales que «la violencia vivida por él y su comitiva es repudiable» y que esas manifestaciones «sólo perjudican la democracia y el Estado de derecho».
El titular de la cartera de Defensa, Agustín Rossi, calificó lo sucedido de «agresión desatada».
Mientras, el ministro de Educación, Nicolás Trotta, aseveró por los mismos medios que es «incomprensible el recurrente comportamiento antidemocrático de aquellos que se oponen a la minería en la provincia», un conflicto de largo recorrido en la zona y que enfrenta a quienes apoyan y rechazan la llamada «megaminería» a cielo abierto.
En unas primeras declaraciones a los medios en Chubut, Fernández dijo que el conflicto relativo a la minería es «un tema de la provincia» de Chubut, al frente de la cual está su gobernador, Mariano Arcioni, también peronista pero perteneciente a la coalición regionalista Chubut Somos Todos.