Bogotá, 25 oct (EFE).- El Gobierno colombiano dijo este martes que no se gravarán las pensiones altas y que la sobretasa al petróleo y el carbón se aplicará con base en los precios internacionales de los hidrocarburos, con el fin de destrabar en el Congreso la discusión de la reforma tributaria.
Las decisiones las comunicó el presidente de Colombia, Gustavo Petro, luego de reunirse en la Casa de Nariño, sede del Ejecutivo, con ponentes de la reforma tributaria de los partidos de Gobierno para analizar los aspectos más criticados de esa iniciativa.
Partidos aliados del Gobierno, como el Liberal, han criticado el proyecto de reforma tributaria, muchos de cuyos artículos también son cuestionados por empresarios, gremios y otros sectores que consideran que será perjudicial para la economía en momentos en que el mundo se acerca a una recesión.
«No vamos a presentar un impuesto a las pensiones», dijo el jefe de Estado en una declaración en la que también aseguró que se modificó «la tributación del sector de hidrocarburos, que trabaja con bienes públicos, de propiedad de la nación: el petróleo y el carbón».
El impuesto a las pensiones más altas, considerado por algunos sectores como inconstitucional al considerarlo un derecho adquirido y no una fuente de renta, era uno de los puntos más polémicos de la reforma.
La idea era gravar las pensiones superiores a los 10 millones de pesos mensuales (unos de 2.000 dólares de hoy), lo que, según el ministro de Hacienda, José Antonio Ocampo, solo afectaría al 1 % de los pensionados que son los reciben esas cifras.
Al referirse al sector de los hidrocarburos, Petro explicó que se mantiene que las regalías de todo el sector minero no sean deducibles del impuesto de renta «por un criterio básico y fundamental: los bienes del subsuelo son propiedad de la Nación, son propiedad pública, del pueblo colombiano (…) La Nación tiene derecho a unas regalías».
Agregó que «la sobretasa al sector petrolero y carbonero dependerá del precio internacional del petróleo y del carbón».
DISCUSIÓN EN EL CONGRESO
Según Petro, la próxima semana comenzará la aprobación final de la ponencia y espera que después del 7 de noviembre comiencen los debates del proyecto en las plenarias de Senado y Cámara de Representantes.
El mandatario puntualizó que con la reforma tributaria se busca recaudar el año próximo 20 billones de pesos (unos 4.019 millones de dólares de hoy), cifra inferior a los 25 billones de pesos (unos 5.028 millones de dólares de hoy) previstos inicialmente.
Petro reafirmó que la iniciativa pretende esencialmente dos cosas: «Uno, aumentar la capacidad de pago del país, su capacidad para pagar sus compromisos internacionales, que crecieron lamentablemente de una manera muy alta en los últimos años. Y dos, para aumentar la justicia social en Colombia».
«Por eso, los impuestos que aquí se han modificado tienen que ver con las capas de mayores ingresos de la sociedad colombiana y no afectan a la mayoría de los colombianos», concluyó.
Mientras tanto, el ministro Ocampo dijo en redes sociales que «respalda plenamente este acuerdo del presidente con la bancada del Gobierno que da un paso adelante para la aprobación de la reforma tributaria».
El pasado 8 de agosto Ocampo presentó al Congreso el proyecto de ley de reforma tributaria con carácter prioritario y en esa ocasión dijo que la iniciativa «tiene dos grandes objetivos: el primero es contribuir a la igualdad y la justicia social, y el segundo es consolidar el ajuste fiscal».
El proyecto se basa en un mayor recaudo de impuestos a personas naturales, la reducción de beneficios fiscales a empresas, la tributación a las bebidas azucaradas, a la exportación de petróleo, carbón y oro cuando superen cierto techo, y en una lucha frontal contra la elusión y la evasión.