Caracas, 18 nov (EFE).- El presidente colombiano, Gustavo Petro, visitó este sábado la Feria del Libro de Venezuela (Filven), en la que Colombia es país invitado, donde presentó su autobiografía y destacó el haber sido «una bisagra» en una generación de izquierdas que fue «exterminada» en Colombia.
«Es el relato de una historia de luchas de una generación entera de revolucionarios latinoamericanos», explicó Petro durante el acto de ‘bautizo’ de su último libro, ‘Una vida, muchas vidas’, que se realizó durante su cuarta visita a Venezuela.
En Colombia, según explicó el mandatario, hubo una especie de «vacío generacional», debido a que toda una generación de líderes de izquierda, sindicalistas y sobre todo miembros del partido que se formó de la desmovilización de la guerrilla de la que él hacía parte, el M-19, y de la Unión Patriótica (UP) fueron «exterminados».
«Fue aniquilado un partido (la UP) y con ello toda una generación que marca todo un episodio de la violencia (…) mi vida y mi generación hace parte de esa bisagra (por lo que) es necesario escribir este libro para que los jóvenes puedan mirar atrás», subrayó.
Petro, que se reunirá con su homólogo Nicolás Maduro en el palacio presidencial de Miraflores, visitó varios puestos de editoriales independientes acompañado por su esposa, Verónica Alcocer, y el canciller venezolano, Yván Gil, mientras los libreros le regalaron ejemplares de autores de ambos países.
También visitó el pabellón principal de Colombia, en el que se exhiben títulos de escritores como Pilar Quintana y Juan Gabriel Vásquez y donde se hace un homenaje al centenario de ‘La Vorágine’, la obra de José Eustasio Rivera que se considera una de las claves para explicar la violencia en Colombia y en Suramérica.
La Filven, que se celebrará hasta el próximo lunes, ha contado también con la participación de la pianista Teresita Gómez y de poetas y otros escritores colombianos. Además, ha homenajeado a literatos venezolanos en su centenario y a la escritora palestina Adania Shibli, a quien la Feria de Fráncfort se negó a condecorar tras los ataques del brazo armado de Hamás y el posterior asedio de Israel a la Franja de Gaza.