Río de Janeiro, 23 dic (EFE).- La estatal brasileña Petrobras anunció este miércoles que ha iniciado el proceso de venta de sus acciones en la empresa que opera el gasoducto tendido entre Bolivia y Brasil, incluido en el marco de su programa de desinversiones.
«Esa operación está alineada a la estrategia de optimización del portafolio y a la mejoría de aplicación del capital de la compañía, que pasa a concentrar sus recursos en activos en aguas profundas y ultra-profundas, en las que Petrobras tiene desde hace años un gran diferencial competitivo», explicó la empresa en un comunicado.
Además del 51 % de las acciones que posee en la Transportadora Brasileira Gasoducto Bolivia-Brasil (TBG), Petrobras también informó de que prepara la venta del 25 % de participación que mantiene en la Transportadora Sulbrasileira de Gás S.A. (TSB), que opera una red de gasoductos en el sur del país.
El gasoducto entre Bolivia y Brasil está en operaciones desde 1999, discurre a lo largo de 2.593 kilómetros y tiene capacidad para transportar hasta 30 millones de metros cúbicos del combustible por día.
Es uno de los principales canales de abastecimiento de gas para el estado de Sao Paulo, el más industrializado y próspero del país, aunque la dependencia del combustible boliviano ha caído en los últimos años, en buena medida gracias a inversiones de la propia Petrobras.
El programa de desinversión de Petrobras fue anunciado en 2015, como fórmula para enfrentar la elevada deuda de la empresa, la caída de los precios del crudo y las dificultades de captación, a lo cual se sumó el impacto del escándalo desatado en la compañía en 2014 por la vasta operación anticorrupción conocida como Lava Jato.
El ambicioso plan, sin embargo, se paralizó virtualmente este año como consecuencia de la pandemia de coronavirus y, en lo va de 2020, la empresa tan solo obtuvo 1.000 millones de dólares por la venta de activos que estaban en su lista de desinversiones.
El valor recibido este año por esas operaciones es ínfimo, pues las metas del plan de desinversiones de Petrobras para el período 2020-2024 apuntan a deshacerse de activos no estratégicos por entre 20.000 y 30.000 millones de dólares.