Sao Paulo, 21 oct (EFE).- Mario Ruiz-Tagle, presidente de Neoenergía, la filial brasileña de la eléctrica española Iberdrola, consideró este martes que la retomada del crecimiento ya es una «realidad» en los negocios de la compañía y que lo peor de la crisis «ya está quedando atrás».
«Nuestra experiencia ha permitido atravesar con éxito esa crisis y creo que los días mas sombríos ya están quedando atrás», señaló Ruiz-Tagle en una teleconferencia con analistas tras la divulgación de los resultados financieros de la compañía.
De acuerdo con el ejecutivo, los resultados del tercer trimestre marcan la retomada del ritmo de negocios de la eléctrica y demuestran una «cierta normalidad» tras meses bastante «duros» debido a la crisis sanitaria y económica provocada por el coronavirus.
«Los resultados del tercer trimestre nos dan la confianza de que la retomada de la actividad económica trae las cosas a una orden de cierta normalidad y que lo peor de la crisis ya va quedando atrás», enfatizó.
Entre julio y septiembre, Neoenergía obtuvo un beneficio neto de 814 millones de reales (unos 145 millones de dólares), lo que equivale a un 36 % más respecto al mismo periodo del año anterior.
Ya en el acumulado de los nueve primeros meses del año, el beneficio de la segunda mayor distribuidora de energía de Brasil fue de 1.813 millones de reales (unos 323 millones de dólares), un avance del 13 % frente a los mismos meses de 2019.
Ruiz-Tagle recordó que el buen desempeño del tercer trimestre obedeció en gran medida a la normalización de las actividades presenciales en las oficinas y plantas energéticas, que habían sido suspendidas debido al agravamiento de la pandemia en Brasil.
El presidente, sin embargo, recordó que la «crisis no ha acabado» y que la compañía ha adoptado todos los «cuidados y protocolos» de seguridad determinados por las autoridades sanitarias.
Según el ejecutivo, los impactos negativos dejados por la crisis sanitaria en el sector de distribución de Neoenergía sumaron 36 millones de reales (unos 6,4 millones de dólares) tan solo en el tercer trimestre, mientras que los perjuicios alcanzaron los 333 millones de reales (59,3 millones de dólares) hasta septiembre.
Pese a ello, Ruiz-Tagle destacó que espera resultados bastante optimistas para el cuarto y último trimestre del año, que suele «ser bueno» debido a las condiciones climáticas» de la época y que ya presenta un «buen inicio».
Asimismo, la subida de un 1,33 % en la distribución de energía por las cuatro distribuidoras de Neoenergía (Coelba, Celpe, Cosern y Elektro) en el tercer trimestre frente a los tres meses inmediatamente anteriores, hasta los 16.307 Gigavatios por hora (GWh), igualmente refleja la retomada de la actividad económica.
En la conferencia, el presidente de la filial brasileña de Iberdrola destacó también los avances de los proyectos de expansión de redes de transmisión, así como de implementación de parques eólicos, que, de acuerdo con el ejecutivo, «no sufrieron impactos relevantes» pese a la covid-19.
Neoenergía está controlada por Iberdrola (52,45 %) y tiene como socios al estatal fondo de pensiones Previ (38,21 %) y al Banco do Brasil (9,34 %), la mayor entidad financiera de carácter público del país.
Con 14,2 millones de clientes, la compañía está presente en 18 de los 27 estados de Brasil, cuenta con una capacidad de producción de más de 3.700 MW, de los cuales casi el 86 % son renovables, y posee casi 700.000 kilómetros de líneas eléctricas.
