Bogotá, 28 nov (EFE).- Los productores de cannabis de Colombia pidieron este lunes al Gobierno nacional la «urgente regulación» del consumo en adultos lo que, según ellos, redundará en favor de la salud pública y la reducción de la violencia que origina el mercado ilícito.
Así lo expresó la Asociación Colombiana de Industria de Cannabis (Asocolcanna), que las representa ante el Gobierno colombiano, en un documento firmado hoy en Bogotá conjuntamente por sectores vinculados a este producto.
«El mercado de uso adulto de cannabis ya existe y llegó la hora de regularlo para salvaguardar la salud pública de los colombianos, evitar y prevenir el consumo por parte de los menores de edad y reducir la violencia asociada al mercado ilícito», manifestó Luis Alfredo Muelas como firmante del documento, durante el Congreso «El rol del cannabis en el cambio de la política de drogas colombiana».
Entre las peticiones dirigidas al Ejecutivo del presidente colombiano, Gustavo Petro, también se reivindicó la necesidad de democratizar el acceso a la industria para los actores populares y productores que se han visto afectados por la guerra contra las drogas, y de fomentar las economías indígenas y campesinas del sector.
LA NECESIDAD DE UN TRATO «DIFERENCIAL»
El presidente de la Federación Walacannabis, Oswaldo Guetio, solicitó la creación de una «zona franca especial indígena» para poder garantizar la calidad, movimiento y comercio con otros pueblos indígenas de sus productos, así como la flexibilización o eliminación de la asignación de cupos para el tetrahidrocannabinol (THC), principio activo de la planta, que les impide avanzar a nivel internacional.
«Como Federación tenemos 150 hectáreas licenciadas y solo hemos avanzado en investigación», sentenció Guetio.
Walacannabis agrupa varias cooperativas, asociaciones, fundaciones, cabildos y organizaciones indígenas y campesinas de pequeños cultivadores de plantas medicinales, y cannabis medicinal-cáñamo y sus derivados de Colombia
Al respecto, el ministro de Justicia y del Derecho, Néstor Osuna, quien también presidió el acto, insistió en que, para lograr la construir igualdad, la nueva política de drogas deberá tener un «enfoque diferencial».
«No es lo mismo el problema de la coca en el Catatumbo (subregión del departamento Norte de Santander) o el cannabis en las zonas más urbanas. Ni tampoco es lo mismo si quienes están involucrados en el cultivo son pueblos indígenas, afrodescendientes, campesinos…», dijo el ministro Osuna.
«JUGAR EL MUNDIAL SIN TENER LIGA»
De los ocho debates por los que deberá pasar el proyecto de modificación del artículo 49 de la Constitución colombiana para regularizar el cannabis de uso adulto, antes de que finalice el año se celebrará, previsiblemente este miércoles, el cuarto de ellos.
«Vamos cerca de la mitad del camino. La otra mitad ya será el próximo año, pero confiamos en que el Congreso de la República apruebe esta modificación y tengamos una regulación inteligente del uso adulto del cannabis», explicó a EFE el ministro Osuna.
En este sentido, el presidente de Asocolcanna, Miguel Samper, lamentó que, pese a que la legalización del uso del cannabis medicinal en el país se hizo hace seis años, las trabas burocráticas condenaron al sector a estar en «cuidados intensivos» en la medida en que, en 2021, de las 1.300 empresas licenciadas, solo reportaron actividad 900.
Recordó que, actualmente, de las dos marcas encargadas de la comercialización de los medicamentos hechos a base de cannabis, una es del Reino Unido y la otra, pese a que produce en Barranquilla (norte), el 100 % de la materia prima que emplea no es colombiana.
«Estamos exportando principalmente a Canadá, Alemania, Israel y Australia. Pero estamos jugando el mundial sin tener liga nacional en Colombia», concluyó.