Por Leticia Santacruz
La economía ambiental es un campo de estudio fascinante que se encuentra en la intersección de la economía y la ecología. Se centra en comprender cómo las actividades humanas impactan el medio ambiente y cómo las políticas económicas pueden utilizarse para promover la sostenibilidad. En este breve informe, exploraremos los principios fundamentales de la economía ambiental y cómo estos se aplican para abordar los desafíos ambientales más apremiantes de nuestro tiempo.
La economía ambiental está basada en la teoría de que los bienes ambientales tienen valor económico y existen costes para el crecimiento económico que no se tienen en cuenta en los modelos más tradicionales. Los bienes ambientales incluyen cosas como el acceso a agua limpia, aire limpio, la supervivencia de la vida salvaje y el clima en general. Aunque es difícil poner un precio a los bienes ambientales, puede haber un alto coste cuando se pierden.
La idea tiene sus orígenes en los años ‘50 y ‘60 en el mundo occidente. Se hizo popular debido a la mayor preocupación y conciencia sobre la contaminación ambiental que resultó de la revolución industrial del siglo XIX. Su objetivo era analizar y entender la correlación entre el medio ambiente y la economía. Esto ayudaría a tomar mejores decisiones que sean beneficiosas para la economía y tengan un impacto ambiental negativo mínimo.
Internalización de las externalidades:
Un concepto central en la economía ambiental es la internalización de las externalidades. Las externalidades se producen cuando las actividades de una persona o empresa afectan a otros sin que haya una compensación de mercado. Por ejemplo, la contaminación de una fábrica genera costos para las comunidades cercanas en forma de problemas de salud y daños a la propiedad. Estas son externalidades negativas, ya que el costo recae sobre terceros que no tienen control sobre la actividad contaminante.
La economía ambiental busca internalizar estas externalidades, es decir, incorporarlas al precio real de la actividad que las genera. Esto puede lograrse mediante la implementación de instrumentos como impuestos ambientales, permisos de emisión o mercados de carbono. Al internalizar los costos ambientales, las empresas tienen un incentivo para reducir su impacto ambiental, ya que estos costos ahora se reflejan en sus decisiones.
Valoración de los bienes y servicios ambientales:
Un desafío fundamental en la economía ambiental es la valoración de los bienes y servicios ambientales. A diferencia de los bienes y servicios tradicionales que se compran y venden en el mercado, muchos beneficios ambientales, como la calidad del aire o la biodiversidad, no tienen un precio de mercado establecido. Esto dificulta su incorporación en las decisiones económicas tradicionales, ya que no se les asigna un valor monetario explícito.
La economía ambiental ha desarrollado diversas técnicas para valorar los bienes y servicios ambientales. Estas técnicas incluyen métodos como la valoración contingente, la valoración hedónica y el análisis de costo-beneficio. Al asignar un valor monetario a los bienes y servicios ambientales, los tomadores de decisiones pueden considerarlos adecuadamente en sus análisis y tomar decisiones más informadas que consideren tanto los beneficios económicos como los ambientales.
Instrumentos de política ambiental:
Los economistas ambientales han desarrollado una amplia gama de instrumentos de política para abordar los desafíos ambientales. Estos instrumentos se pueden clasificar en dos categorías principales: instrumentos de mercado e instrumentos de regulación.
-Instrumentos de mercado: Estos instrumentos aprovechan las fuerzas del mercado para incentivar comportamientos amigables con el ambiente. Algunos ejemplos incluyen:
o Impuestos ambientales: Impuestos que se aplican a actividades que generan daños ambientales, como la contaminación del aire o la deforestación.
-Permisos de emisión: Permisos que otorgan a las empresas el derecho a emitir una cierta cantidad de contaminantes. Estos permisos pueden comprarse y venderse en un mercado, lo que crea un incentivo para que las empresas reduzcan sus emisiones.
-Mercados de carbono: Mercados donde se compran y venden permisos de emisión de gases de efecto invernadero.
-Instrumentos de regulación: Estos instrumentos establecen normas y regulaciones directas para limitar el impacto ambiental de las actividades humanas. Algunos ejemplos incluyen:
-Estándares de calidad ambiental: Estándares que establecen límites máximos permisibles para contaminantes en el aire, el agua o el suelo.
-Prohibiciones y restricciones: Prohibiciones o restricciones a ciertas actividades que causan daños ambientales severos.
Requisitos de tecnología: Requisitos que obligan a las empresas a utilizar tecnologías más limpias o eficientes.
El papel de la economía ambiental en el desarrollo sostenible:
La economía ambiental juega un papel crucial en la promoción del desarrollo sostenible. El desarrollo sostenible se define como un desarrollo que satisface las necesidades del presente sin comprometer la capacidad de las generaciones futuraspara satisfacer sus propias necesidades. La economía ambiental proporciona las herramientas y los marcos analíticos necesarios para evaluar las trade-offs entre el desarrollo económico y la protección del medio ambiente. Al hacerlo, ayuda a identificar políticas y estrategias que conduzcan a un futuro más sostenible para todos.
La economía ambiental es un campo de estudio dinámico y en constante evolución que ofrece soluciones innovadoras para abordar los desafíos ambientales más apremiantes del mundo actual. Al comprender cómo las actividades humanas impactan el medio ambiente y cómo las políticas económicas pueden utilizarse para promover la sostenibilidad, la economía ambiental nos ayuda a avanzar hacia un futuro más verde y próspero.
