Según los datos del Banco Central del Paraguay (BCP), la confianza que tienen las personas para el consumo a nivel general tuvo un descenso en el mes de agosto, según la última encuesta que mide esta variable.
En efecto, el informe revela una reducción de dos puntos porcentuales en comparación con el mes de agosto del año pasado, sin embargo, el índice de expectativas tuvo un recorte de cinco puntos.
Si bien se observa una reducción en el ICC en este mes sigue ubicándose en zona de óptimo. El año pasado se ubicaba en 57,5 y ahora en 55,5. Vale mencionar que el umbral neutral es de 50 puntos.
Si bien los datos macroeconómicos de Paraguay muestran una estabilidad y cierta previsión, la presión del tipo de cambio guaraní/dólar tuvo una volatilidad extrema, causando aumentos ya cercanos a los 250 puntos en menos de un mes. Lo que de alguna manera generó que los precios o la dinámica de productos importados tengan una menor demanda.
Al respecto, Bernardo Rojas, director de estadísticas macroeconómicas del BCP sostuvo que es importante tener en cuenta el desempeño de estas variables en un periodo de mayor plazo, es decir, en una tendencia. En este punto comentó que la trayectoria de estos indicadores a pesar de una caída sigue siendo positiva.
Con respecto a la predisposición para las compras, Bernardo Rojas comentó que se observa una disminución que podría explicarse por una serie de factores. Dado que se trata de un índice basado en percepciones, es posible que la volatilidad del tipo de cambio esté impactando, especialmente porque muchos de los productos mencionados se cotizan en dólares o están afectados por su cotización.
Esto podría tener cierta incidencia, aunque la depreciación observada no ha sido significativa, situándose entre el 6% y 7%. En comparación, países de la región, como Brasil, han experimentado depreciaciones mucho más altas que la de Paraguay. Sin embargo, en este tipo de índices perceptivos, la volatilidad puede influir.
Con relación al índice de situación económica que solamente una vez llegó a ubicarse en zona de optimismo, Rojas aseguró que no se identifica un factor mensual puntual que lo explique, pero cabe destacar que últimamente ha habido un incremento.
Históricamente, salvo en diciembre de 2018, el índice nunca ha alcanzado los 50 puntos, que marcan el umbral del optimismo. Cuando se pregunta a las personas sobre su situación actual respecto al mismo período del año pasado, tienden a percibir que ha empeorado, lo cual es un fenómeno subjetivo. No obstante, observando la tendencia desde febrero de 2022, se nota una tendencia positiva, acercándose cada vez más al nivel neutral de 50.
El mismo especificó que el tipo de cambio del dólar también podría ser un factor que afecte la confianza de los consumidores, especialmente en lo que respecta a bienes durables, ya que está vinculado con el precio de estos productos. Sin embargo, no necesariamente una mayor depreciación del dólar se refleja en un aumento de precios. Se importan productos de países que han experimentado una mayor depreciación, y esto no implica necesariamente un incremento de precios interno. El efecto traspaso no siempre es directo. Aun así, la volatilidad coyuntural puede influir en la percepción de los consumidores sobre ciertos bienes y, en consecuencia, en el indicador.
