La zafra sojera corre el riesgo de volver a sufrir el embate de las condiciones climáticas adversas, esta vez en su edición 2020/2021, debido al retraso en la siembra que puede resultar de la actual escasez de lluvias.
Si bien la campaña arrancó el 1 de setiembre pasado, los productores aguardan la llegada de precipitaciones suficientes para iniciar la siembra, que se estima llegará a 3,6 millones de hectáreas y brindará una cosecha de alrededor de 10 millones de toneladas de granos, según análisis de la consultora Mentu.
“Si la espera se prolonga, el inicio efectivo de la zafra podría retrasarse, lo cual se traduciría en una cosecha tardía y se repetiría la situación de la zafra actual, con retrasos tanto en el desalijo como en la industrialización, lo que afectaría el flujo de divisas hacia el Paraguay”, explicó la firma.
La última merma pronunciada experimentada por el sector sojero se dio en la campaña 2018/2019, cuando la sequía generó una caída de más de 20% en el volumen de producción de granos y – junto con otros factores – llevó al producto interno bruto (PIB) a una variación de 0%.
En la campaña en curso ya se observa una recuperación, pero los números positivos en las exportaciones recién empezaron a observarse en junio pasado, con un crecimiento de 5,4% en la actividad acumulada desde enero, según registros del Banco Central del Paraguay (BCP).
La campaña sojera 2019/2020 arrojó una producción de 10,6 millones de toneladas, con un crecimiento de 34% desde el periodo anterior, según cálculos de la Unión de Gremios de la Producción (UGP).
Factores logísticos. Otro desafío que enfrenta la producción sojera nacional se relaciona con la menor capacidad de navegación de los ríos, como resultado de la última bajante.
En este escenario, un total de 100 barcazas con 120.000 toneladas de granos de soja esperan completar su arribo a puertos de Argentina y Uruguay para este 10 de setiembre, gracias al mejoramiento de las condiciones en el nivel del río Paraná, según publicación del portal Agricensus.
La noticia fue brindada por Juan Carlos Muñoz, del Centro de Armadores Fluviales y Marítimos del Paraguay (CAFyM), y reconoció que tras el envío mencionado, alrededor de 500.000 toneladas de granos todavía estarán varadas en puertos e instalaciones de almacenamiento a lo largo del país.
Agregó que el Gobierno de Paraguay estaba estudiando la posibilidad de liberar más agua de la central hidroeléctrica de Itaipú, a fin de mejorar los niveles del río Paraná. “Sin embargo, aún no está decidido. Estamos esperando a ver la evolución natural del flujo del río para pedir esto”, dijo el representante gremial.
Los granos de soja que no puedan ser transportados en barcazas tendrán que ser conducidos en camiones a puertos ubicados sobre el río Paraguay, lo que resulta en costos logísticos más elevados para los productores, añade Agricensus.
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