San José, 13 jul (EFE).- El Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA) destacó este miércoles que América Latina tiene la oportunidad para acelerar el desarrollo de la bioeconomía en el contexto de crisis actual.
El organismo, con sede en San José, indicó que la crisis de alimentos, energía y fertilizantes, así como la guerra en Europa del Este, al tiempo que provoca un fuerte impacto negativo en lo económico y social en América Latina y el Caribe, también crea condiciones para acelerar la bioeconomía.
«La guerra impactó sobre una región ya fuertemente afectada por la pandemia. En 2020, América Latina sufrió una contracción del 7 % en el PIB, que fue la mayor en 120 años. Esto llevó a un crecimiento de la pobreza, que hoy afecta a 200 millones de personas, 86 millones de las cuales están en situación de pobreza extrema”, dijo el asesor del director general del IICA, Eduardo Trigo.
El experto brindó las declaraciones en el marco de la Conferencia Internacional de Bioeconomía Aplicada (ICABR) 2022 convocada por el IICA.
Según las autoridades, América Latina tiene los recursos para acelerar el desarrollo de la bioeconomía y un escenario que la favorece, pero es necesario potenciarlo a través del trabajo en sensibilización, fortalecimiento de marcos normativos, fomento de mercados e investigación y desarrollo.
«Hemos trabajado fuertemente para posicionar a América Latina y el Caribe en estos espacios mundiales de la bioeconomía. Esta es la única forma en que la región puede visibilizarse al más alto nivel y además ser protagonista en las discusiones y decisiones que tienen los actores más influyentes», afirmó el gerente del Programa de Bioeconomía y Desarrollo Productivo del IICA, Hugo Chavarría.
La bioeconomía, que consiste en la industrialización sostenible de los recursos y principios biológicos, permite formular nuevas estrategias de desarrollo productivo para enfrentar el desafío de las crecientes demandas de alimentación y energía de la población mundial, al tiempo que contribuye a mitigar el impacto sobre el ambiente y los recursos naturales.
En el evento, el gerente de estudios económicos de la Bolsa de Cereales de Argentina, Agustín Tejeda, habló de los impactos disruptivos que ha generado la guerra y precisó que un productor en Argentina o Brasil necesita un 50 % más en dólares de inversión para obtener los mismos productos, por el aumento de precio de los insumos.
Sin embargo, Tejeda consideró que se abren oportunidades en el largo plazo para consolidar a la región como proveedora global de alimentos y energía en los próximos años.
«Ya estamos viendo un aumento en el uso de productos de origen biológico que pueden reemplazar a los productos de origen fósil. Quizás la mayor de las oportunidades es la que tenemos para consolidar una visión propia, destacando que no existe un enfoque único sobre sustentabilidad, sino tantos enfoques como realidades productivas existen”, puntualizó el argentino.
La ICABR es un consorcio internacional de expertos en bioeconomía, agricultura, biotecnología e investigación que constituye uno de los espacios mundiales más importantes de la bioeconomía académica.