En tiempos en que el miedo y la incertidumbre se apoderaron de la economía nacional y mundial, en el marco de la pandemia de COVID-19, la falta de garantías pasó a posicionarse como el principal limitante para la concesión de créditos a largo plazo en el país. Esto revela la encuesta de Situación General del Crédito elaborada por el Banco Central del Paraguay (BCP), que en su capítulo del segundo trimestre del 2020 exhibe todavía un ambiente adverso para el negocio de préstamos en el sistema financiero local.
Hasta el arranque del corriente año, la escasez de depósitos de largo plazo era considerado el principal obstáculo para la concesión de créditos también a largo plazo, es decir, la principal preocupación en el negocio financiero era no contar con los recursos suficientes para otorgar préstamos a plazos como de diez años en adelante. Luego de que esta inquietud tuviera una presencia de casi 50% entre enero y marzo del 2020, pasó a representar el 25% de las respuestas brindadas por los encuestados por el BCP en el periodo abril-junio.
En su lugar, la falta de garantías fue mencionada por el 36% de los consultados en esta encuesta, mientras que la escasez de proyectos de largo plazo obtuvo el 29% de las respuestas – esto último, relacionado con el freno que también tuvieron las inversiones -. En el primer trimestre del 2020, estos dos elementos tenían una incidencia de 15% y 19%, respectivamente.
En cuanto al ambiente económico en general percibido durante los meses de mayores restricciones a la actividad productiva y social – el segundo trimestre del corriente año –, el 89% de los encuestados por el BCP consideró en ese momento que la situación no era óptima para la concesión de créditos. Esta apreciación ya se redujo desde el 92% de incidencia que tuvo en el trimestre anterior, pero sigue muy por encima del 30% en que se ubicó al cierre del año pasado y del 50% que alcanzó un año atrás.
El índice de situación para la provisión de créditos, por su parte, demuestra un pesimismo que se acentuó de abril a junio pasados, pues descendió de poco más de 40 a casi 30, desde el trimestre previo. La expectativa para los próximos meses, sin embargo, mejoró sustancialmente: ascendió de 30 a poco más de 50, con lo cual se ubicó ya – aunque tímidamente – en el rango de optimismo.
El índice de confianza – la combinación de los índices de situación y expectativa – se posicionó así en 42, en el segundo trimestre del 2020; mejoró respecto al nivel de 37 en que se ubicó de enero a marzo de este año, pero continúa en la zona de pesimismo – por debajo de 50 –.
Confianza por sectores. Bernardo Rojas, director de Estadísticas Macroeconómicas del BCP, explicó que esta mejora en la percepción del ambiente para la concesión de créditos proviene de las perspectivas más favorables de la agricultura y la ganadería. De hecho, estos sectores ascendieron al rango de optimismo en sus niveles de confianza, en el último trimestre analizado.
“Agricultura y ganadería son sectores que no han sufrido mayores cambios en la concesión de créditos. Otros sectores fueron influenciados fuertemente por la paralización de la actividad económica, sectores como consumo, comercio, vivienda incluso, pero si hacemos un comparativo del segundo trimestre con el primer trimestre, la mayoría de los sectores han mejorado o están mejorando”, expresó el ejecutivo, en conferencia de prensa brindada este miércoles.
Los rubros que continúan en niveles de pesimismo son la industria, el comercio, la vivienda y el consumo, mientras que la construcción y las pequeñas empresas ingresan levemente al rango de optimismo en sus expectativas para el tercer trimestre del corriente año.
Estos también fueron los sectores más castigados por la menor concesión de créditos. En el comercio, el 75% de los encuestados por el BCP sostuvo que disminuyó la disponibilidad de préstamos en el segundo trimestre del 2020; en el consumo, esta respuesta tuvo una participación de 71%; en vivienda y pequeñas empresas fue de 64%; y en construcción e industria, de 61%.
Para los próximos meses, las perspectivas de disminución de créditos ya son menores, pues los menos optimistas están en los rubros de consumo y vivienda – 36% de encuestados que esperan que se reduzcan los desembolsos – y esta opción ya prácticamente desaparece cuando se tiene en cuenta al horizonte de doce meses.
La encuesta sobre la situación del crédito está dirigida a 28 instituciones, entre bancos, empresas financieras y otras entidades de crédito.
