Un contrato de futuros, o mejor conocido como “futuros”, es un contrato muy similar al de opciones. Un contrato en el cual dos partes se comprometen a comprar o vender a un precio predeterminado a una fecha establecida un activo llamado subyacente. El activo puede ser físico, financiero o inmobiliario. A diferencia del contrato de opciones el cual otorga derechos de compra/venta, los futuros son obligaciones para el futuro. Por lo tanto el tenedor de un contrato de futuros esta obligado a ejercer su posición de compra o venta en la fecha acordada.
Por lo tanto, los futuros son productos financieros derivados, al igual que los contratos de opciones. Lo cual significa que su precio varía dependiendo del valor del activo subyacente.
Ejemplo:
Un productor de soja vende una tonelada por 516 USD este productor corre el riesgo de que el precio de la soja disminuya y no pueda cubrir sus costos. Entonces vende un contrato en el que se compromete a vender en el futuro una tonelada de soja por 516 USD. Por el otro lado esta la fabrica de aceite de soja que compra la tonelada de soja por 516 USD, pero corre el riesgo de que haya mal clima y disminuya la oferta de la soja y aumente su precio, teniendo como consecuencia un aumento de sus costos de producción. Entonces para disminuir este riesgo va al mercado y compra contratos de futuros y así cubrirse ante una volatilidad de precios que le pueda perjudicar.
