En este 2022, nuestro país está transitando por una difícil situación económica, en la que se destaca una alta inflación, que en el interanual a mayo ya alcanzó un 11,4%. Además, se registra un elevado nivel de deuda pública (35,2% del PIB) y un déficit fiscal que seguirá por encima del límite de 1,5% del Producto Interno Bruto (PIB) establecido por Ley.
Es importante señalar que nuestro país, en los últimos años, ha logrado una estabilidad económica que incluso es muy destacada a nivel internacional. Específicamente, desde hace dos décadas que no se experimenta una coyuntura como la actual.
En el año 2002, el Paraguay registró una de sus peores crisis: el PIB sufrió una fuerte recesión de -2,%, se tuvo una alta inflación (14,6%), los niveles de cotización más elevados jamás alcanzados y una deuda pública que representó el 49,6% del PIB.
Además, en ese año la pobreza en general representaba prácticamente la mitad de la población del país. La pobreza total, en aquel entonces, alcanzó al 49,7% de la población, mientras que en la pobreza extrema se encontraban el 24,4%.
Asimismo, en ese año, a raíz de la grave crisis económica y la molestia por una cuestionada ley para privatizar las empresas públicas, se produjeron protestas y disturbios. También se contaba con un contexto regional adverso.
A partir de 2003, comienza a revertirse el periodo de estancamiento de la actividad económica, con la adopción de importantes reformas que se orientaron sobre todo a la reducción del déficit fiscal y la reestructuración de la deuda pública, entre otras medidas.
El expresidente del Banco Central del Paraguay (BCP), Carlos Fernández Valdovinos, en su cuenta de Twitter escribió que los actuales números macroeconómicos no están muy lejos de lo registrado en el 2002. Manifestó que existen muchas más similitudes que diferencias respecto al peor año económico reciente.
Existe mayor fortaleza y solvencia
En este sentido, el economista jefe del Banco Central del Paraguay (BCP), Miguel Mora, afirmó que si bien existen números similares al 2002, la situación de Paraguay en este 2022 es de una mayor fortaleza y solvencia.
“Las políticas que se han adoptado, la institucionalidad en términos de meta de inflación, en términos de una Ley de Responsabilidad Fiscal, son factores que hacen la diferencia respecto al 2002”, explicó.
En lo que respecta a la deuda, el alto funcionario refirió que se tuvo un importante crecimiento que en gran medida se debió a la pandemia del Covid-19 y que este comportamiento no se vio solamente en Paraguay, sino en la mayoría de los países del mundo.
Mora dijo que en términos de inflación sí se tiene niveles más altos y, en el caso de Paraguay, se han debido a incrementos de precios de commodities, tanto agrícola como no agrícolas
“Estamos hablando de variaciones muy importantes, en un periodo corto de tiempo. Soja por ejemplo, desde que empezó la pandemia, ubicándonos a principio del 2020 hasta el mes de mayo, aumentó en un 84%; el aceite de soja, 155%; la harina de soja, 41,4%; el maíz, 108,4%; el trigo, 110,5%; la carne, 131,2%; arroz, 34%; azúcar, 44%; y el petróleo, 71%,”, citó.
En lo que respecta al déficit fiscal, aseguró que se trata de una consecuencia de los gastos de la pandemia, pero que el Fisco ya está llevando un proceso de convergencia hacia los niveles de la Ley de Responsabilidad Fiscal, del 1,5% del PIB.
“Mirando lo que han sido los niveles de reserva del país, están en torno a un 24%. En el 2002, lo que tuvo mucho impacto en el tema de la confianza fue el hecho de que la reserva estaba en niveles bastante bajos”.
Miguel Mora, economista jefe del BCP.
Igualmente, el economista jefe del BCP habló sobre la calificación crediticia del país, y que en comparación al año 2002, Paraguay está a un nivel del grado de inversión.
“También mencionar respecto a eso que, desde que empezó la pandemia, incluido el 2019 que habíamos tenido estas condiciones climáticas adversas, en todo ese proceso el único país de la región que no cambió ni vio deteriorada su calificación crediticia ha sido Paraguay”, destacó.
Mora reiteró que se están tomando medidas por el lado de retornar a los niveles normales de déficit fiscal, y también hacia el 4% de rango meta de la inflación.
“Consideramos que este año la inflación podría terminar en un 8,2%; para el siguiente año, hacia finales de año, en torno a un 4,2%; y converger nuevamente a nuestra meta en el primer trimestre del 2024. Por lo tanto, también hay acciones por parte de la política monetaria”, comentó.