La aparición de la pandemia de COVID-19 en Paraguay deja en evidencia la desatención del Estado hacia ciertos sectores, como la salud y la protección social, especialmente de las familias más vulnerables.
Los pocos avances que había logrado Paraguay en cuanto a los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) hoy se encuentran en riesgo de retroceder, tras los efectos del cCoronavirus, según advierte el Centro de Análisis y Difusión de la Economía Paraguaya (Cadep), en un informe elaborado por la economista Verónica Serafini.
Paraguay tiene como prioridades el cumplimiento de ciertos ODS, como por ejemplo: “Fin de la pobreza” (ODS Nº 1), “Hambre 0” (ODS Nº 2), “Reducción de las desigualdades” (ODS Nº 10) y “Acción por el clima” (ODS Nº 13).
En ese sentido, la economista sostiene que los riesgos de Paraguay de retroceder en los avances de los indicadores de los ODS son altos, sobre todo en lo que respecta a la pobreza, el hambre y la desigualdad.
La especialista asegura que el riesgo de retroceso es aun más alto si no se implementan acciones de amplia envergadura, como el aumento de las coberturas de Tekoporá y la pensión alimentaria, ampliación de transferencias a colectivos no cubiertos – por ejemplo, a trabajadores informales urbanos –, protección a los activos de la clase media y nuevos instrumentos de protección social, como un seguro agroclimático.
Serafini sostiene en el informe que el ritmo de la reducción de la pobreza se desaceleró en los últimos años: entre 2018 y 2019, la reducción lograda estuvo por debajo de un punto porcentual, pasando de 24,2% a 23,5%. “En valores absolutos, la disminución del número de personas en situación de pobreza fue de alrededor de 23.000, permaneciendo como pobres 1.660.000 personas en todo el país”, menciona.
Según los resultados de la Encuesta Permanente de Hogares (EPH), realizada por la Dirección General de Estadística, Encuestas y Censos (DGEEC), en el 2019 en Paraguay se registraron 1.657.131 personas en situación de pobreza, lo que representaba el 23,5% de la población del país. Asimismo, unas 284.028 personas se encontraban en la pobreza extrema, equivalente al 4% de la población paraguaya.
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Hambre. Respecto a el objetivo “Hambre Cero” (ODS Nº 2), la investigación realizada por el Cadep indica que los datos del Sistema de Vigilancia Alimentaria Nutricional (SISVAN) – sobre el hambre, la desnutrición y la malnutrición – hablan de que tanto el bajo peso como la obesidad se mantienen en cifras elevadas, lo cual indica una necesidad de fortalecer los programas y estrategias enfocadas a mejorar la calidad alimentaria nutricional de esta población.
Sobre la desigualdad, el reporte afirma que la misma se mantiene alta en el país, lo cual implica riesgos para la gobernabilidad política y la cohesión social. Esto, pese a que se observa una leve mejora, ya que la medida por el coeficiente de Gini en Paraguay – respecto a la desigualdad – pasó de 0,542 en 1997 a 0,461 en 2018.
Por último, en lo que tiene que ver con el objetivo “Acción por el Clima” (ODS Nº 13), la economista e investigadora sostiene que el Informe gubernamental Propuesta para armonización entre el Plan Nacional de Desarrollo (PND) y los ODS señala que el PND está alineado a este objetivo en las tres metas principales.
Sin embargo, menciona que a cinco años de haberse firmado el compromiso, el Estado paraguayo no está realizando informes ni construyendo indicadores relativos al ODS Nº 13. “Algunos indicadores que se aproximaban a las metas fueron presentados en el Informe 1 de este proyecto. Estos indicadores no se han incluido en el presente informe porque hasta la fecha no han sido actualizados por el gobierno”, aclara.