Desde el servicio de inocuidad e inspección de alimentos de Estados Unidos consideran que la importación de carne bovina desde Paraguay es segura, siempre y cuando se cumplan todos los requisitos establecidos para el comercio entre ambos países.
A finales de marzo, el Registro Federal de Estados Unidos, mediante el servicio de inocuidad e inspección de alimentos, dio a conocer que la importación de carne bovina sería segura, sin embargo fijaron un plazo de 60 días que serán empleados para emitir comentarios acerca de esta importación y los impactos positivos que tendrá para el país.
Ante esto, la Mesa Paraguaya de Carne Paraguay (MSCP) emitió un comunicado en el que explican el trayecto que el sector cárnico atravesó en los últimos años hasta llegar a un nivel que les permite exportar a diversos mercados bajo cuidados y estándares de exigencia.
Desde el MPCS consideran que la ganadería paraguaya viene transitando grandes transformaciones desde hace varias décadas atrás, momento en que se inició el despegue de la ganadería, basados en la integración de la cadena de valor de la carne para el logro de un objetivo común.
A partir del año 2013, se nota claramente el cambio de accionar, medido en el número de cabezas del hato ganadero y en las exportaciones anuales de carne y menudencias. El resultado de esta integración de la cadena, benefició a toda la población paraguaya, cuya economía es altamente dependiente de la producción agropecuaria.
Asimismo, detalla que la actividad agropecuaria ocupa al 17% de la Población Económicamente Activa (PEA) del país, con más de 130.000 productores ganaderos, quienes junto a la industria, el comercio y los servicios relacionados generan alrededor del 11% del Producto Interno Bruto (PIB) del Paraguay, generando trabajo e ingresos a todos los niveles, desde el sencillo peón de campo hasta el exportador, pasando por numerosas instancias intermedias.
En el año 2018, se inició otro proceso de valorización de la carne paraguaya con la formación de una mesa de diálogo privada multisectorial, la MPCS, que promueve los valores de sostenibilidad económica, social y ambiental de nuestros sistemas de producción ganaderos, además del cumplimiento de la legislación paraguaya.
La ganadería paraguaya es hoy uno de los pilares básicos de la economía nacional y se encuentra en un proceso de mejora continua, mediante la adaptación, eficiencia, innovación, la capacitación y a base de ciencia y experiencias locales exitosas, conforme los lineamientos de una ganadería sostenible del siglo XXI.
Estos valores hicieron que hoy se pueda tener una ganadería moderna que cuenta con una sólida base productiva de genética, con animales adaptados y productivos, sistemas reproductivos eficientes, sistemas alimenticios ajustados a las necesidades nutricionales y clima, integración agricultura-ganadería-forestal, sistemas silvopastoriles, manejo de sistemas de rotación y aprovechamiento de pastizales, protección de bosques y de cauces hídricos, mejoramiento del bienestar animal, entre otros.
En este contexto aseguraron que la calidad organoléptica e higiénica sanitaria de la carne paraguaya está garantizada por todos los actores de la cadena de valor integradas por productores, industriales, organizaciones de la sociedad civil, proveedores de insumos y servicios y minoristas, desde el campo hasta el plato del consumidor final, con el respaldo del sector público y de los organismos internacionales, que acompañan el proceso como veedores y auditores de todo el sistema productivo.
“Ofrecemos, con certificación del Servicio Nacional de Calidad y Salud Animal (Senacsa), organismo oficial competente, un producto de altísima calidad que reúne todas las condiciones de la demanda de carne de los mercados más exigentes, minimizando riesgos de salud pública y animal, de manera que pueda disfrutarse la carne paraguaya en el mundo”, indicaron.
El sistema productivo paraguayo de carne toma cuidado de la salud y origen de los animales, considerando todos los puntos de control crítico desde la producción, el transporte, faenamiento y manipulación del producto final de acuerdo a la reglamentación del organismo oficial (Senacsa), aceptadas y homologadas por los países compradores de los mercados internacionales.
Los buenos negocios se basan en calidad de producto y gestión eficiente del mismo para beneficio de compradores y vendedores, por lo que cumplimos con nuestras obligaciones y responsabilidades, de manera a no perder la confianza ni oportunidad de hacer negocios sostenibles con el mundo entero.
Por todo lo expuesto, el mercado americano, al igual que cualquier otro mercado internacional, puede recibir nuestro producto con toda confianza y damos el apoyo y confianza a la gestión de instituciones oficiales que han venido trabajando y avanzando desde hace tiempo, en el respaldo a la gestión privada, para certificar la calidad de la carne paraguaya, expresan desde el gremio.