Un análisis de Basa Capital, presentado por el economista Wildo González en el más reciente informe de Basa Forum, explica los desafíos que enfrenta el Banco Central del Paraguay (BCP) en un contexto marcado por incertidumbre tanto local como internacional.
En el documento se resalta que la entidad monetaria se encuentra ante señales mixtas: mientras la inflación interanual se mantiene en niveles manejables, la inflación subyacente (variación de precios de bienes y servicios, excluyendo los productos energéticos y los alimentos no elaborados, que son más volátiles) continúa por encima de la nueva meta oficial.
En este sentido, González menciona que en marzo, la inflación interanual se ubicó en 3,97%, lo que sugiere que, por el momento, no representa una amenaza. Sin embargo, la inflación subyacente (SAE) se situó en 4,5%, superando en más de un punto porcentual el nuevo objetivo del BCP, fijado en 3,5%.
Según el experto, esto indica que los efectos acumulativos de diversos shocks aún no se han disipado y que alinear la inflación con la meta podría requerir costos en términos de actividad económica.
El informe señala que este escenario plantea un dilema para la política monetaria: el contexto local sugiere mantener cierto grado de restricción para contener la inflación subyacente, mientras que el entorno global, marcado por tensiones comerciales y condiciones financieras más duras, podría justificar una postura más laxa. En particular, la incertidumbre en torno a una posible guerra comercial podría elevar la inflación importada y complicar el acceso al financiamiento externo.
Menciona también que, frente a este escenario, el BCP optó por mantener la tasa de política monetaria (TPM) sin cambios, evitando enviar señales prematuras al mercado. Sin embargo, endureció su postura mediante un aumento de los rendimientos de corto plazo en las Letras de Regulación Monetaria (LRM). Esto refleja una estrategia de control de liquidez más firme, que busca contener presiones inflacionarias sin comprometer la flexibilidad de la política monetaria.
De esta manera, el informe de Basa Forum advierte que la conducción de la política monetaria deberá mantenerse vigilante y flexible, con capacidad de reacción frente a cambios tanto en el escenario externo como en las expectativas internas de inflación. El BCP, de momento, prioriza una estrategia prudente, enfocada en el mediano plazo, ante un escenario de señales cruzadas, concluye el documento.