Santiago de Chile, 26 may (EFE).- Las acciones de Latam, la principal aerolínea de Latinoamérica, se desplomaron este martes un 20,4 % en la Bolsa de Santiago, que tuvo que suspender su cotización en el mismo día en que su cumple un año desde la declaración de bancarrota por la pandemia.
Los papeles de la compañía, fundada en 2012 tras la fusión de la chilena Lan y la brasileña Tam, retrocedieron hasta 1,688 dólares, tras haber anotado en la sesión anterior un incremento del 6,3 %.
Se trata de su peor jornada desde el 10 de junio de 2020, cuando se derrumbaron un 38,9 % y la aerolínea tenía suspendidas casi todas sus operaciones y hacía dos semanas que se había acogido al Capítulo 11 de la Ley de Quiebras de Estados Unidos, una fórmula que permite a una empresa que no puede pagar sus deudas reestructurarse sin la presión de los acreedores.
La decisión incluyó tanto a la matriz -que cotiza en la Bolsa de Nueva York y en la de Santiago- como a sus filiales en Chile, Perú, Colombia, Ecuador y EE.UU.
Después el grupo anunció la suspensión de sus operaciones en Argentina y en julio se unió al proceso de reestructuración la sucursal de Brasil.
Un juez estadounidense avaló el pasado septiembre la propuesta de financiamiento del grupo, que le permitió acceder a los 2.450 millones requeridos para hacer frente al impacto de la covid-19.
Según medios locales, la abrupta caída de este martes en la plaza chilena se debe a los rumores que surgieron sobre una posible venta de su filial brasileña, luego de que el lunes la compañía anunció que ponía fin al acuerdo de códigos compartidos con Azul Linhas Aéreas Brasileiras que mantenían desde mediados del año pasado.
Antes de la pandemia, que llevó a Latam a cerrar 2020 con una caída en sus ingresos operacionales del 58,4 % y una pérdida neta de 4.545,9 millones de dólares, el grupo volaba a 145 destinos en 26 países y operaba aproximadamente 1.400 vuelos diarios.
Durante el primer trimestre del año, los ingresos totales ascendieron a 913,2 millones de dólares, una disminución del 61,2 % respecto del mismo tramo en 2020 -cuando la pandemia aún no había paralizado el mundo-, mientras que las pérdidas sumaron 355,7 millones.