Sao Paulo, 29 mar (EFE).- Brasil generó 328.507 puestos de trabajo formal en febrero, el mejor resultado mensual desde el pasado agosto pero que supone una desaceleración frente a igual mes de 2021, informó este martes el Gobierno.
El saldo positivo fue resultado de la diferencia entre las 2.013.143 contrataciones y los 1.684.636 despidos registrados en el segundo mes del año, según datos del Registro General de Empleados y Desempleados del Ministerio de Trabajo.
Pese a que los números son los mejores para un mes desde el pasado agosto, cuando el país abrió 383.096 nuevos puestos, hubo una desaceleración en la creación de empleos respecto a febrero de 2021, cuando habían sido generadas 397.463 plazas de trabajo formal.
El pasado febrero, el país contabilizó 41.157.217 vínculos de trabajo formal activos, lo que representa un crecimiento de un 0,80 % respecto al mes inmediatamente anterior.
De acuerdo con el Ministerio de Trabajo, la generación de empleo en febrero fue aupada por el sector de servicios, que creó 215.421 nuevos puestos, si bien se registró un saldo positivo de apertura de plazas en todos los cinco grupos de actividades económicas investigados por la cartera.
En el acumulado del primer bimestre del año, Brasil, la mayor economía de Latinoamérica, cuenta con un saldo positivo de 478.862 empleos formales generados, lo que supone una sustancial reducción (-26,5 %) frente al acumulado en los dos primeros meses de 2021.
El desempeño positivo del trabajo formal de los últimos meses coincide con una leve caída del desempleo en Brasil, que bajó al 11,2 % en enero y volvió a los niveles previos a la irrupción del coronavirus en el país, en febrero de 2020, pero que aún representa un contingente de unos 12 millones de desempleados.
El aumento de la generación de empleo es atribuido a la reactivación de las actividades económicas tras la suspensión de las medidas restrictivas impuestas para frenar la pandemia, que llevaron a una contracción económica del 3,9 % en 2020.
En 2021, Brasil se recuperó y terminó el año con un crecimiento del 4,6 % en su producto interior bruto (PIB), aunque factores como la elevada inflación y la constante subida de la tasa de intereses amenazan una retomada más robusta de la economía, que deberá mantenerse estacionada en 2022, según los economistas.
