Lima, 28 jun (EFE).- El segundo día del paro indefinido acatado por un sector del gremio de transportistas de carga pesada en Perú transcurrió este martes sin mayores incidentes y con reducidos bloqueos de carreteras a nivel nacional.
Tras una primera jornada sin percances destacables, la huelga de los camioneros continuó en distintas regiones del país, donde se reportaron algunas colas de vehículos varados en las vías por causa de piquetes espontáneos.
Según informaron medios locales, los departamentos más afectados por los bloqueos de carreteras fueron el sureño de Arequipa, el norteño de Cajamarca y el selvático de San Martín.
El paro indefinido de los transportistas de carga pesada arrancó este lunes, luego de que el Gobierno de Pedro Castillo agotara los esfuerzos para llegar a consensos con los dirigentes sindicales del gremio y levantar la medida de fuerza que habían anunciado la semana pasada.
Los transportistas exigen la restitución del transporte de mercancías como servicio público, la reducción en el precio del diésel y la regulación de peajes tras la revisión de los contratos con las concesionarias, entre otros reclamos.
Aunque los representantes del Ejecutivo lograron trazar acuerdos con el sector de transportistas interprovinciales, que también amenazaba con paralizar sus labores, las negociaciones no resultaron fructíferas para el resto de transportistas, que decidieron seguir con una huelga que, por ahora, está teniendo un seguimiento poco masivo, debido a las discrepancias que dividen al gremio.
De hecho, un sector sindical, que acusa al paro de tener supuestos «fines políticos», decidió levantar su protesta hasta el 18 de julio.
Aún así, ante este panorama, el Gobierno declaró el lunes el «estado de emergencia» en la Red Vial Nacional durante 30 días y restringió derechos constitucionales como el libre tránsito por las carreteras para evitar desórdenes públicos.
Además, el Ministerio del Interior desplegó a más de 100.00 agentes policiales para garantizar el orden y la seguridad en todo el país, y algunos gobierno regionales, como el de Lima Provincias, suspendieron las clases presenciales en los centros educativos estatales y privados de su jurisdicción para salvaguardar la seguridad de los estudiantes y docentes.
Este paro es la segunda medida de fuerza del gremio de transportes de carga pesada a la que se enfrenta el Gobierno de Castillo en sus once meses de gestión, ya que en abril pasado una huelga del sector desató bloqueos en decenas de vías del país y motivó una protesta masiva en Lima ante el polémico toque de queda que decretó el mandatario para el 5 de abril.
Aquella semana, que se saldó con seis víctimas mortales y decenas de detenidos, el Ejecutivo también declaró el estado de emergencia en la red vial nacional.