El portal digital de Bloomberg informó hoy que la compañía internacional Millicom (Tigo, en nuestro país) realizará en la región una inversión por valor de USD 135 millones, en redes por medio de Ericsson Systems, empresa sueca dedicada a las soluciones en telecomunicaciones. Con este movimiento, la idea es modernizar sus redes móviles en Honduras, Paraguay y Bolivia, según anunció la multinacional.
Así, Millicom utilizará productos y soluciones Ericsson Radio System, “allanando el camino para la implementación de 5G en todo el continente», según Bloomberg.
Sobre aspectos técnicos, en el comunicado se explica que Ericsson también reemplazará el núcleo de paquetes 4G actual de Tigo e introducirá el núcleo 5G de modo dual de Ericsson como parte del proyecto.
Se apunta, además, que Millicom es uno de los líderes en la región en la provisión de servicios de tecnología en telecomunicaciones. Agrega que, con la pandemia del COVID-19, la utilización del internet y de los medios digitales en general se aceleró, motivo por el cual la empresa ya necesita una nueva inversión para adaptarse a las exigencias del mercado.
Con esta extensión de su capacidad, TIGO podrá llegar a 712 municipios más a lo largo de los tres países mencionados, con lo que podría proveer de sus servicios a unas 2,5 millones más de las que llega ahora.
La idea es mantener el liderazgo en este rubro y mejorar la experiencia de sus consumidores, según declaró a Bloomberg Xavier Rocoplan, jefe ejecutivo de Tecnología e Información.
Perspectivas para América Latina
Esta nueva inversión anunciada por Millicom coincide con la perspectiva de una mejoría para la situación económica de los países emergentes, según estima Bloomberg.
Las campañas de vacunación van avanzando y el precio de las materias primas continúa a un buen nivel, lo cual será aprovechado por América Latina por medio de las exportaciones de commodities, agrega la agencia especializada.
Por otra parte, Bloomberg apunta en su informe que la baja base comparativa dejada por el 2020 -como consecuencia de los meses más duros de la pandemia en muchos casos- generará el esperado efecto rebote, por el contraste del avance que tendrán los países.
“Esperamos una expansión del producto interno bruto del 8% en los principales mercados en conjunto este año, después de contraerse un 1,1% en 2020. Nuestra proyección es más optimista que el consenso del 6,9% en una encuesta de Bloomberg News para el mismo grupo de países”, se puede leer en la proyección para mercados emergentes realizada por la compañía.
Haciendo una separación por países de la región, se menciona que Argentina podría crecer hasta un 6,5%, luego de la estrepitosa caída del -10% sufrida el año pasado; mientras que Brasil podría crecer hasta 5,1% y Chile, hasta un 8,2%, según estima Bloomberg.
El principal efecto rebote se daría en Perú, que luego de una caída del -11% en 2020, podría ir hasta una expansión del 9,9% este año.
Petróleo
Al margen de toda esta situación, el portal estadounidense informó sobre la crisis de la OPEP (Organización de Países Productores de Petróleo), aseverando que un año después de rescatar a la industria petrolera mundial de los estragos de la pandemia, la alianza “ha vuelto a caer en el caos”.
El grupo de productores de crudo se ha dividido en su núcleo, después de que estallara una amarga disputa entre los aliados Arabia Saudita y los Emiratos Árabes Unidos, sobre cómo se deben calcular las cuotas.
Los precios han oscilado, a medida que su estancamiento amenaza con privar a los mercados de los suministros necesarios para alimentar a la población mundial en el proceso de recuperación económica a nivel global. Si el estancamiento sigue sin resolverse, podría tener profundas consecuencias para el equilibrio de energía en el Medio Oriente y empresas de energía en todo el mundo.
“La OPEP y sus socios han ido restableciendo gradualmente la comercialización de las grandes cantidades de crudo que se detuvieron cuando el coronavirus aplastó la demanda de combustible en 2020. Revivir los barriles que permanecen fuera de línea se ha topado con un inconveniente: los Emiratos Árabes Unidos sólo aprobarán las propuestas sauditas para introducir gradualmente”, se explica.
Esa discusión interna entre los países miembros de la producción del crudo genera un inconveniente a nivel mundial sobre los precios y abastecimiento, en pleno auge de la recuperación económica del mundo luego de la crisis generada por el COVID-19.