Ciudad de México, 31 ago (EFE).- El presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, llegará este jueves a su cuarto informe anual de Gobierno con un PIB menor que el que había antes de su mandato y con disputas comerciales por el malestar que ha causado su política energética en el Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC).
El producto interior bruto (PIB) de México avanzó un 0,9 % trimestral de abril a junio pasado y un 2 % interanual, con lo que acumula un crecimiento de 1,9 % en lo que va de 2022, pero con este nivel aún está en cifras similares al cierre de 2017, un año antes de que López Obrador asumiera la presidencia.
México ya se había contraído un 0,1 % en 2019, el primer año completo del Gobierno de López Obrador, y es uno de los pocos países de Latinoamérica que aún no recupera su PIB previo a la pandemia, que dejó una contracción histórica de 8,2 % en 2020 y un repunte insuficiente de 4,8 % en 2021.
“Estamos hablando de cuatro años donde la economía mexicana es más pequeña todavía que cuando el presidente López Obrador recibe el gobierno”, comentó a Efe Héctor Villarreal, vicepresidente para América Latina en el Centro de Estudios de la Economía de la Longevidad (EIDL).
ENTRE REPUNTES Y ESTANCAMIENTO
El crecimiento de 2021 y 2022 es todavía parte de la recuperación de la economía mexicana tras las medidas restrictivas de la pandemia, mientras resiente la guerra entre Ucrania y Rusia, que ha presionado la inflación y la disrupción de las cadenas de valor, principalmente en el sector agroalimentario.
El Fondo Monetario Internacional elevó en julio su pronóstico de crecimiento de la economía mexicana de 2 % a 2,4 % para 2022, y la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) ha señalado que la economía mexicana tiene un piso de crecimiento de 2 %.
Pero Villarreal señaló que el crecimiento macro no ha permeado a todos los estados mexicanos, por lo que “muchas zonas del país están todavía económicamente muy deprimidas”.
En tanto, la inversión fija bruta presenta una “abrupta caída” ante la desconfianza del inversionista, según Ignacio Martínez, director del Laboratorio de Análisis en Comercio, Economía y Negocios (Lacen) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
INFLACIÓN DESBORDADA
Ambos expertos destacaron que para el cuarto informe de Gobierno de López Obrador, que se presenta de forma oficial cada 1 de septiembre, el país enfrenta la mayor inflación en poco más de 20 años, de 8,62 % anual en la primera quincena de agosto, casi el triple la tasa objetivo del Banco de México de 3 %.
Villarreal explicó que puede ser una inflación “controlable”, pero advirtió que ha afectado principalmente a los alimentos, lo que es “tremendamente perjudicial para la gente más humilde”.
Martínez señaló que, si bien el salario mínimo en México ha recibido incrementos en los últimos cuatro años, el poder adquisitivo es menor.
“Encontramos que son 38,47 millones de mexicanos que ganan entre uno y dos salarios mínimos, por lo que, más allá del aumento que ha habido en estos cuatro años, su poder adquisitivo no les alcanza”, detalló el director del Lacen.
Martínez añadió que el 67,64 % de la población económicamente activa en México “no tiene el recurso para cubrir el mínimo de la canasta básica”, por lo que resumió que han sido “cuatro años de estabilidad macroeconómica con un creciente déficit social”.
PLEITO ENERGÉTICO
Villarreal dijo que mucho del comportamiento económico de México dependerá de cómo se resuelva la disputa con Estados Unidos y Canadá, que han iniciado consultas en contra de las políticas energéticas de López Obrador por presuntamente contravenir el T-MEC.
Los socios comerciales han cuestionado las medidas del Gobierno de López Obrador para privilegiar a las empresas del Estado, Petróleos Mexicanos (Pemex) y la Comisión Federal de Electricidad (CFE), en perjuicio de las inversiones extranjeras.
“Si se resuelve (la disputa) estaremos hablando de mejores negociaciones para México”, comentó Villarreal.
En contraste, el experto consideró que si escala el pleito a un panel de controversias, se generará incertidumbre jurídica y también afectará la inversión, que podría “congelarse”.
“Es lo más peligroso que podemos tener en estos momentos de recuperación”, alertó.
Martínez coincidió en que la resolución definirá el panorama hacia final de año.
Y concluyó que si el presidente mexicano endurece su política nacionalista “va a provocar que haya una disminución en cuanto a inversión extranjera nueva”.