Medellín (Colombia), 3 nov (EFE).- Un modesto taller de confección que brinda empleo a mujeres en el municipio de Bello, en el departamento colombiano de Antioquia, volvió a encender sus máquinas al encontrar salida a la crisis causada por la covid-19 con recursos que sus propietarias destinaron para adquirir insumos.
«Nuestra situación no daba ni para comprar las telas», contó a Efe Kelly Fernández, la cabeza de una microempresa afectada por la parálisis.
Fernández vivió junto a su mamá, Mabel Velásquez, un mes de «zozobra» cuando paró la operación porque «no había a quien confeccionarle» con el comercio cerrado por la emergencia sanitaria por el coronavirus.
La creación de una solución de crédito para mitigar los impactos de la pandemia, dirigida a mantener la liquidez de las micro y pequeñas empresas, representó un salvavidas para este taller que inició hace ocho años en la habitación de una casa y que actualmente genera cuatro empleos directos.
«Fue un alivio ese préstamo. Sin eso no hubiéramos tenido con qué reactivarnos y nuestras operarias se hubieran quedado sin trabajo», comentó Kelly.
UN SALVAVIDAS
Esta microempresa familiar, dedicada la confección de camisetas, blusas y conjuntos, hace parte de los emprendimientos beneficiados por la línea especial de crédito «Antioquia Responde», enfocada en financiar las necesidades de «capital de trabajo» para el pago de nómina, adquisición de materia prima e insumos, además de otros gastos operativos.
La secretaria de Productividad y Competitividad de Antioquia, Maritza López Parra, explicó que el propósito es atender a empresas domiciliadas en el departamento para que «cuenten con el efectivo suficiente para mantener sus actividades durante la coyuntura actual».
Precisó que pretenden llegar a 125 municipios del departamento y beneficiar a unas 9.000 personas con recursos que contribuirán con el «mantenimiento y la generación de empleo» en la región.
«Para principios de octubre se habían colocado más de 89.700 millones de pesos (unos 23,5 millones de dólares) de los cuales han beneficiado a 1.382 unidades productivas de bajo monto, 3.109 microempresas y 325 empresas pequeñas», informó la funcionaria.
Acotó que esta línea ha sido «aprovechada» por 23 entidades financieras, entre ellas Interactuar, una corporación de desarrollo social que acompaña a emprendedores con créditos y capacitación.
CRISIS POR LA COVID-19, UNA OPORTUNIDAD
El director de Empresarios de Interactuar, Juan David Trujillo, detalló que en mayo empezó el trabajo con esta línea de crédito durante una crisis que perciben como una «oportunidad enorme» para ayudar.
«En la actualidad ya hemos colocado 10.392 millones de pesos (más de 2,72 millones de dólares) a 1.979 clientes», señaló a Efe el directivo.
Destacó que el 30 % de esos créditos han beneficiado a microempresarios que «no tenían relaciones con nosotros y nos buscaron para emprender o para fortalecer su negocio», mientras que el 70 % son «clientes que ya atendíamos previamente».
De esta iniciativa, Trujillo destacó que ha permitido «ayudarlos a atravesar el momento», y en algunos casos a que «tengan una nueva oportunidad de arrancar».
La gerente de Microempresas de Colombia, Patricia Pérez Guerra, aseguró que esta línea de crédito es una «solución» que facilita la liquidez de las microempresas y pequeñas empresas en Antioquia, teniendo en cuenta la contingencia actual por la que atraviesa el país.
«Hoy más que nunca las instituciones debemos aunar esfuerzos por brindar facilidades de financiación para aquellos microempresarios que hoy son casi el 96 % de la economía colombiana», afirmó la directiva.
Esta cooperativa, que cuenta con más 110.000 asociados en seis departamentos del país, ha beneficiado a 1.100 emprendedores con los recursos de Bancóldex a través de esta línea con la Gobernación de Antioquia.
«Otorgamos créditos en zonas apartadas permitiendo el desarrollo de los microempresarios y el mejoramiento de la calidad de vida de ellos y sus familias», señaló Pérez.
