Subasta matutina: la actualización de la inflación pone a prueba a los miembros moderados de la Fed
Wall Street continúa marcando máximos históricos impulsado por las expectativas de recortes de tasas de la Reserva Federal, aunque los futuros retrocedieron ligeramente antes de la apertura del viernes a la espera de nuevos datos de inflación y comercio. El mercado sigue pendiente del índice de precios de consumo personal (PCE) de julio, previsto en 2,9% interanual, y del reporte de empleo de agosto, que será clave para la reunión de política monetaria del 16-17 de septiembre.
El gobernador Christopher Waller, alineado con la postura de la Casa Blanca y considerado posible sucesor de Jerome Powell, afirmó que las tasas deberían bajar el próximo mes y que, si los datos de empleo e inflación resultan débiles, podría justificarse un recorte mayor a 25 puntos básicos. Actualmente, los futuros asignan un 84% de probabilidad a un recorte en septiembre y descuentan 55 puntos básicos de flexibilización hasta fin de año.
En paralelo, Lisa Cook, miembro de la Junta de la Fed, presentó una demanda contra el presidente Donald Trump para frenar su intento de destituirla, en una disputa legal que pone en juego la independencia del banco central. Si logra una medida cautelar, Cook podrá participar en la próxima reunión de septiembre.
En el plano comercial, Estados Unidos eliminó la exención arancelaria para paquetes menores a 800 dólares, lo que encarece los costos y afecta el modelo de negocios de pymes y consumidores de e-commerce. Al mismo tiempo, la Comisión Europea propuso retirar aranceles a bienes industriales estadounidenses a cambio de que Washington reduzca tarifas sobre autos europeos.
En los mercados internacionales, las bolsas chinas cerraron su mejor mes en casi un año pese a la corrección del sector tecnológico y a la moderación del yuan desde máximos recientes. En Europa, las acciones francesas y de la eurozona repuntaron tras la reciente tensión política, mientras que en Reino Unido los bancos cayeron 3-5% tras la propuesta de aplicar un nuevo impuesto sobre los intereses que reciben del Banco de Inglaterra.
Las acciones de los bancos británicos caen ante el temor a un nuevo impuesto
Las acciones de los principales bancos británicos cayeron con fuerza el viernes tras conocerse propuestas para aplicar un nuevo impuesto al sector financiero, lo que reavivó temores de que el gobierno busque recaudar fondos adicionales en medio de tensiones fiscales.
El Instituto de Políticas Públicas para la Investigación (IPPR) recomendó a la ministra de Finanzas, Rachel Reeves, imponer un gravamen sobre los miles de millones de libras que los bancos reciben en intereses por las reservas que mantienen en el Banco de Inglaterra (BoE). Según el centro de estudios, este mecanismo, originado tras el programa de compra de bonos del BoE, representa un “subsidio” de alrededor de 22.000 millones de libras al año que supone una carga para los contribuyentes.
El informe coincidió con reportes de prensa que apuntan a que Reeves evalúa incluir este impuesto en el presupuesto de otoño, lo que presionó fuertemente a las acciones del sector: NatWest cayó 5,1%, Lloyds 4,9% y Barclays 4% hacia media mañana, liderando las pérdidas en el índice europeo STOXX 600. Estas entidades venían de un fuerte repunte desde 2024 gracias a la subida de tasas de interés, que había impulsado su rentabilidad.
El Ministerio de Finanzas británico respondió que la mejor forma de reforzar las cuentas públicas es acelerar el crecimiento económico, aunque medios locales señalan que Reeves evalúa varias alternativas de aumento impositivo, desde gravar ventas de viviendas hasta cambios en la tributación de pensiones.
Los bancos, que el año pasado pagaron casi 45.000 millones de libras en impuestos, advirtieron que un nuevo gravamen restaría competitividad internacional al sector y chocaría con los planes del gobierno de potenciar los servicios financieros. El gobernador del BoE, Andrew Bailey, defendió nuevamente la importancia del sistema de pago de intereses sobre reservas como mecanismo clave para transmitir la política monetaria, pese a las críticas por el costo fiscal que acarrea.
La semana que viene en Wall Street: los datos sobre el empleo en EE. UU. ponen a prueba las esperanzas de una bajada de tipos y el repunte de las acciones
Los mercados de Estados Unidos se preparan para un informe clave del mercado laboral que se publicará la próxima semana y que será determinante para confirmar las expectativas de recortes de tasas de la Reserva Federal en septiembre. El reporte de empleo de julio mostró una creación de apenas 73.000 puestos, cifra débil y acompañada de revisiones a la baja, lo que reforzó las apuestas de que la Fed recortará la tasa en su reunión del 16-17 de septiembre. Según datos de LSEG, los futuros descuentan con un 89% de probabilidad un recorte de 25 puntos básicos y en total 55 puntos básicos de flexibilización hacia fin de año.
Se espera que el informe de agosto muestre una creación de 78.000 empleos, lo que, aunque reflejaría cierta mejora, seguiría confirmando la desaceleración del mercado laboral. Analistas anticipan que componentes como la tasa de desempleo y los salarios por hora apuntarán a la misma conclusión: el mercado laboral estadounidense se está enfriando. En este contexto, expertos señalan que solo un reporte muy sólido podría hacer que la Fed reconsidere la idea de recortar tasas, aunque la probabilidad de ello es baja.
Wall Street ha respondido con optimismo a la expectativa de un ciclo de flexibilización, y el S&P 500 cerró en máximos históricos, acumulando más de 10% en el año pese a resultados mixtos de Nvidia. Sin embargo, septiembre es históricamente un mes desfavorable para la renta variable: en los últimos 35 años, el índice ha caído en 18 ocasiones con un retroceso promedio de 0,8%.
Fuente de las noticias internacionales: Reuters