Los precios de la canasta básica familiar tuvieron en mayo un dinamismo marcadamente superior al de los anteriores meses de pandemia y hasta experimentaron la variación más pronunciada de los últimos dos años.
El Índice de Precios al Consumidor (IPC) aumentó en 3,7% respecto al quinto mes del 2020, según el informe del Banco Central del Paraguay (BCP). La ocasión más reciente en que se superó este ritmo de incremento fue en mayo del 2019, cuando llegó a 3,8%.
La inflación del mes -o la variación de precios comparada con el mes inmediatamente anterior- fue de 0,6% en mayo pasado. Este nivel de aumento de precios es el mismo que se registró en diciembre, y presenta un escenario muy diferente a los resultados de deflación de -0,1% y -0,6% que se habían dado en abril del 2021 y mayo del 2020, respectivamente.
La inflación acumulada del año se ubica así en 1,1%, también en terreno opuesto a la deflación de -0,4% que se tenía a mayo del 2020. No obstante, esta cifra todavía se encuentra a una distancia considerable de la meta anual de 4% del BCP, y por debajo inclusive del piso del rango de 2% a 6% en que se deja fluctuar a este indicador.
La mayor diferencia de precios que se experimentó en este mayo se relaciona con una base comparativa muy baja, ya que un año atrás el mercado sufría los efectos del momento más estricto de la cuarentena que se dispuso en ese entonces para frenar al coronavirus.
Los alimentos figuran entre los productos que más se encarecieron en el mes pasado: al excluir las frutas y verduras, anotaron una inflación interanual de 8,1%; una suba mensual de 1,1% y una variación acumulada de 2,5%. Hace un año, estas cifras exhibían un comportamiento muy distinto, con resultados de 0%; -0,3% y -2%, respectivamente.
Gustavo Cohener, director del Departamento de Estadísticas del Sector Real del BCP, informó que a la suba de precios de los alimentos se sumaron los incrementos en combustibles y bienes duraderos de la canasta.
Entre los alimentos, destacó el encarecimiento de la carne vacuna (14% interanual) y las sustitutas como carne de ave (17,9%), menudencias vacunas, embutidos y carne de pescado, aunque atenuado por la carne de cerdo.
También incrementaron sus precios el aceite (34,4% interanual), los panificados y lácteos, debido al efecto combinado de estacionalidad y aumento de costos de las materias primas agrícolas, agregó Cohener.
Recalcó que frutas frescas como naranja, banana, limón y piña tuvieron reducciones de precios, por lo que la inflación de alimentos con frutas y verduras fue levemente inferior en mayo, de 6,8% en el cálculo interanual.
Respecto a la categoría de “otros bienes”, explicó que recogió el impacto de la suba de precios de combustibles en la agrupación de transporte, para reportar en mayo una inflación interanual de 4,8%.
El ejecutivo recordó que los ajustes se realizaron en la segunda quincena del mes pasado, en los productos de naftas, gasoil común, gasoil aditivado y gas de uso doméstico, y debido a la suba del petróleo en el mercado internacional. Anunció que el impacto de esta situación se continuará viendo en el IPC de junio próximo.
El BCP detectó también suba de precios en productos relacionados con el gasto en salud, farmacéuticos, anteojos, lentes de contacto y aparatos de toma de presión; mientras que en el rubro de bienes durables hubo aumentos en productos importados: autovehículos, electrodomésticos y equipos informáticos, en un comportamiento relacionado con la evolución del tipo de cambio, añadió Cohener.
Los servicios tuvieron incrementos de precios también en el sector salud, específicamente en servicios de laboratorios, estudios de radiografía simple y servicios hospitalarios. Por su parte, también se encarecieron el mantenimiento de vehículos, servicios veterinarios y alimentos consumidos fuera del hogar, aunque en su conjunto reportaron una variación mucho menos pronunciada: de 0,9% interanual.
Miguel Mora, economista jefe del BCP, sostuvo que el efecto de la suba de precios de commodities ya se está viendo en la inflación desde el segundo semestre del año pasado, en el caso de las materias primas agrícolas; y desde los primeros meses del 2021, cuando se trata del petróleo.
En cuanto a la carne vacuna, explicó que la dinámica de las exportaciones y el acceso a mejores precios en los mercados internacionales están llevando a esta convergencia a nivel local.
Reconoció que estos elementos fueron incorporados en la última reunión del Comité de Política Monetaria (CPM), además de la proyección de recuperación económica de 3,5% para el 2021, por lo que esperan cerrar el presente año con una inflación de 3,8%.
“Esto todavía sigue siendo consiste con nuestra tasa de política monetaria (de 0,75%)”, expresó.
