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22 de noviembre de 2024

Paraguay tiene el cuarto salario mínimo más elevado de la región, pero no llega ni a la mitad de los trabajadores

Pese a que Paraguay está entre los países con mejor sueldo base de Sudamérica, la clase trabajadora no lo siente debido a que alrededor de más de 1.700.000 personas se encuentran en la informalidad laboral.

Aunque el salario mínimo del país se ajusta con relación a la inflación, según los analistas económicos, aún no se sabe si se dará un ajuste este 2023, teniendo en cuenta que se prevé un buen año económico.

El contexto económico nacional e internacional del 2022 fue bastante complejo y desafiante alrededor del mundo, ya sea por el conflicto entre Rusia y Ucrania, como también por el incremento de los costos del crudo, que desembocó en el alto incremento de la tasa inflacionaria de los países.

Es por ello que el costo de vida se vio incrementado de manera exponencial y prácticamente todos los países ajustaron su salario base. 

De acuerdo con una recopilación de datos realizada por Bloomberg Línea, los sueldos mínimos de la región de América Latina tuvieron un ajuste en torno al 8% en el último año, con el objetivo de paliar los efectos de la alta tasa inflacionaria en el poder adquisitivo de la población.

Según el análisis de la consultora Mentu, el hecho de que Paraguay tenga el cuarto salario mínimo más alto de Sudamérica, por encima de Argentina y Brasil, supone cierta pérdida de competitividad para nuestro país. No obstante, considera que la menor carga tributaria y social por trabajador mantiene a la mano de obra paraguaya atractiva.

Igualmente, destaca que Uruguay, Chile y Ecuador son los países que cuentan con los salarios más altos de Latinoamérica, mientras que Colombia, Argentina y Venezuela se encuentran al final de la lista.

En este sentido, cabe destacar que Paraguay ajustó su salario base un 11,4% en el 2022, pasando de G. 2.286.324 a G. 2.550.307, es decir, con un incremento de G. 260.000 respecto al monto que regía en el 2021.

Es importante resaltar que el incremento del jornal mínimo en los últimos cinco años en el país se vino desarrollando de la siguiente manera: del 2017 al 2018, tuvo un aumento de G. 71.539, pasando de G. 2.041.023 a G. 2.112.562; posteriormente, en el 2019 pasó a ser de G. 2.112.562 a G. 2.192.839, lo que registró una suba de G. 80.277.

Recién en el 2021 volvió a darse una actualización del salario mínimo, quedando en G. 2.286.324, ya que en el 2020 se decidió congelar este indicador debido a la pandemia.

Pérdida del poder adquisitivo

Como se mencionó anteriormente, el incremento en los salarios base de los países de la región se efectuó en respuesta a la elevada inflación que se vivió en el último año. 

Según el recuento del Banco Central del Paraguay (BCP), las variaciones de precios a 12 meses hasta noviembre estuvieron en 8,4% en el caso de Uruguay; en 13,3% en Chile, 12,5% en Colombia y 3,6% en Ecuador. Argentina  alcanzó 92,8% y Venezuela, 146% (este último, según cálculos de Cepal).

Paraguay, por su parte, cerró el 2022 con una inflación de 8,1%, luego de que alcanzara un pico de 11,8% en abril y con la perspectiva de que retorne hacia la meta de 4% en el segundo semestre del presente año. 

Lea también: Mejor panorama para la inflación en el 2023, ante el anclaje de expectativas

El economista, Jorge Garicoche, manifestó que si bien contamos con un salario mínimo razonable en la región y estamos entre los primeros en la lista, esto no nos sirve de mucho ya que “la gran mayoría no llega a ese salario mínimo”.

Asimismo, resaltó que la elevada informalidad que se tiene en Paraguay es el grave problema. Indicó que, en términos comparativos, efectivamente encontramos que el jornal de un trabajador es considerable, pero en cuanto al costo de vida estamos lejos de una vida digna.

“El rendimiento del salario en Paraguay es bastante interesante, pero lastimosamente la realidad no, ya que se marca en el país que son muy pocas las personas que cobran efectivamente este sueldo mínimo”, señaló Garicoche.

Cabe resaltar que de acuerdo al penúltimo informe del Instituto Nacional de Estadística (INE) en su Encuesta Permanente de Hogares Continua (EPHC), correspondiente al tercer trimestre del 2022, hay un total de 1.789.160 personas en situación de informalidad dentro del país, lo cual representa al 61,7% del total de ocupados no agropecuarios. 

Así también, el documento resalta que en comparación con el segundo trimestre de ese mismo año, se registró un aumento de 10.223 ocupados no formales. La tasa de informalidad al 2021 se ubicó en 64,2%, sin grandes variaciones respecto a los años previos, según el recuento del INE. 

Con respecto a esta situación, Garicoche comentó que si bien la alta tasa inflacionaria afectó de sobremanera al poder adquisitivo de las personas en los últimos tiempos, se debe entender que nuestro salario se ajusta anualmente, ya que en Paraguay se cuenta con un pacto social, un tipo de normativa donde cada año se realiza un ajuste dependiendo de la inflación que va sucediendo.

De igual forma, resaltó que este aumento de todos los años lo que pretende en teoría es que el poder adquisitivo del trabajador no se vea tan afectado por la inflación, cosa que no sucede en nuestro país debido a que la cifra de personas que cuenta con un salario mínimo es menor a la de los informales.

Aumento del salario mínimo

Por su parte, el economista Virgilio Noel señaló que para este 2023 el sueldo mínimo podría no tener un ajuste como el del año pasado, debido a que se prevé una inflación mucho más moderada.

Igualmente, indicó que la informalidad es uno de los males mayores que afectan al país, ya que dentro del territorio nacional la media se encuentra por debajo del salario mínimo, es decir, que los ingresos del jornal base de los trabajadores son inferiores a lo establecido por la ley.

“Si bien se ve que contamos con uno de los salarios más altos de la región, al tomar el salario de la población entera encontramos que los ingresos están por debajo de este mínimo, ya que más del 50% de la población activamente ocupada se encuentra en la informalidad”, expresó el economista.

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