El sector bancario es, sin duda, el más regulado del país, al punto de que incluso lo que los bancos pueden o no pueden hacer está estrictamente regulado, afirmó Daniel Fariña, socio de Impuestos y Servicios Legales de Deloitte Paraguay. Este alto nivel de regulación, según explicó, va en cierta medida en contrasentido con las innovaciones tecnológicas, porque las normas suelen establecerse después de que los hechos ya ocurrieron.
“Tiene que existir la IA (Inteligencia Artificial) para después regular qué se hace o no con ella. Hoy estamos en una instancia donde las cosas suceden mucho más rápido, y los bancos, acostumbrados a vivir en un ambiente altamente regulado, se encuentran en incertidumbre sobre qué pueden y qué no pueden hacer”, detalló Fariña.
El experto brindó estas reflexiones durante la primera convención bancaria, en una charla denominada “Innovación y regulación: Adaptación estratégica en el sector financiero paraguayo”, y señaló que hay segmentos de negocios que sí requieren regulación, como los criptoactivos, mientras que otros, como el uso de la IA, podrían desarrollarse con mayor libertad.
“Creo que el empresariado paraguayo y, en particular, la banca, necesita tener las manos libres para que las innovaciones que hoy están en el mercado puedan implementarse, traduciéndose en eficiencia, menores costos y mayores rentabilidades. Pero también necesitan un marco que defina qué se puede hacer con cierta libertad y qué no”, dijo en entrevista con MarketData.
Fariña añadió que existe una incertidumbre en el mercado sobre determinadas herramientas, lo que contrasta con las promesas del presidente Santiago Peña sobre las bondades de Paraguay para los negocios. “Falta establecer normas claras para ciertos negocios y temas, como la evolución de la tokenización de activos reales. Creo que esto puede aportar beneficios sustanciales al sector”, aseguró.
El especialista fue enfático al afirmar: “Paraguay es un país bastante abierto a los negocios, y por eso no debemos esperar a que exista una regulación para aplicar determinada herramienta”. De hecho, sostuvo que los bancos ya están utilizando estas herramientas y que lo que requiere regulación es la gestión de riesgos asociada a su uso.
“La gestión de riesgo es la que necesita ser mapeada, visualizada y reglamentada. Pero más allá de eso, estas herramientas tienen que estar implementadas. Recomiendo plenamente analizar y estudiar cada herramienta y su fin. Hoy se habla mucho de IA, automatizaciones y blockchain, pero la mayoría apenas rasca la superficie; es necesario profundizar para saber cómo se aplicará la IA en la práctica”, explicó.
“Todo lo que hago en IA no está en mi computadora, sino en una nube en algún lugar del mundo. Es crucial saber dónde está, qué se hace con los datos y qué tan expuestos estamos. El Central debería regular principalmente el aspecto de seguridad, más que el uso o los beneficios, porque a todas luces estas herramientas son positivas. Lo importante es gestionar los riesgos asociados al uso de nuevas tecnologías”.