Con el transcurrir de los meses, el Fondo de garantía para las micro, pequeñas y medianas empresas (Fogapy) va ganando dinamismo, y las entidades financieras utilizan en mayor medida las garantías para respaldar los créditos otorgados a las mipymes.
Al último cierre realizado por la Agencia Financiera de Desarrollo (AFD) – administrador del fondo –, el viernes 14 de agosto, el Fogapy concedió garantías por un poco más de G. 1,2 billones (USD 185,3 millones, según el cambio actual). Este monto ya supera en un 71% al fondo real del que dispone el Fogapy, que es de G. 740.000 millones (USD 107,8 millones).
Esta diferencia es debido a que un fondo de garantía puede respaldar créditos hasta cinco veces más de su valor real, según había explicado el presidente de la AFD, José Maciel.
La banca pública de segundo piso otorgó líneas de garantías por un monto global de G. 2,5 billones (USD 373,3 millones) a catorce bancos, ocho financieras y 17 cooperativas, para que estas puedan conceder créditos a sus clientes y socios, y cubrir en un 90% el riesgo de un eventual falta de pago.
De acuerdo al informe de la AFD, hasta el viernes pasado se otorgó un total de 12.722 garantías, respaldando créditos por un valor de G. 1,7 billones (USD 256,9 millones). De ese total, 6.291 garantías fueron para las microempresas; 4.306, para pequeñas empresas; 1.581, para las medianas empresas y 544, para empresas intermedias, detalla el reporte.
El Fogapy fue creado con un fondo de USD 100 millones en el marco de la pandemia de la COVID-19, en busca de agilizar la concesión de los créditos a las mipymes (micro, pequeñas y medianas empresas). Estos recursos provinieron de un crédito otorgado por el Banco Mundial, por un total de USD 200 millones. Los otros USD 100 millones fueron para el Fideicomiso Fisalco.
Las condiciones para el respaldo vía Fogapy es que el crédito concedido por la entidad financiera se encuentre entre un monto mínimo de G. 5 millones y un máximo de G. 190 millones, si el solicitante es una microempresa; hasta G. 650 millones, si es pequeña empresa; hasta G. 1.300 millones, si es mediana y hasta G. 2.500 millones si se trata de una empresa intermedia.
La cobertura es sobre los nuevos préstamos, distintos y adicionales a los preexistentes, que no sean producto de cancelaciones recientes y/o renegociaciones (renovaciones, refinanciaciones o reestructuraciones), destinadas a cubrir necesidades de pago de salarios o capital operativo adicional necesario.