La organización Desarrollo en Democracia (Dende) actualizó sus proyecciones de cifras macroeconómicas para este año y el siguiente.
De esta manera, ante un contexto de incertidumbre que de a poco se va despejando, vaticinan un crecimiento del 3,5% del producto interno bruto (PIB) local para este año, luego de la caída del -0,6% registrada el año pasado.
Sin embargo, como ya se ha mencionado anteriormente desde la misma organización, la recuperación plena de la economía paraguaya llegaría recién en el 2022. En este sentido, estiman que el efecto rebote llevaría a un crecimiento del 5% en el PIB del país para el año que viene.
Por otra parte, proyectan del 3,8% para este año, ya cerca de la meta de 4% del Banco Central del Paraguay (BCP), luego de que este indicador cerrara el 2020 en un nivel de 2,2%.
En cuanto a la cotización del dólar, Dende prevé que cierre el 2021 entre G. 6.650 y G. 6.750, por debajo de los G. 6.944 en que se ubicó en el último mes del año pasado
Crecimiento desigual
Durante la presentación de las cifras, el economista y consejero de Dende, César Barreto, consideró que el crecimiento de este año no será sino efecto de una baja base comparativa del 2020. Recordó que el campo tuvo un desempeño favorable el año pasado, lo que sostuvo de manera importante la caída, junto con la inyección de gasto público.
Con respecto al 2021, trajo a colación el buen momento por el que atraviesa el sector de la carne, favorecido por un mayor volumen de exportaciones y mejores precios a nivel internacional.
Sobre la soja, puntualizó que si bien existe cierto retraso por la sequía registrada al principio de la campaña, también va sacando sus ventas y permitiendo el ingreso de divisas al país.
Aseveró que la producción de energía, como consecuencia del menor caudal hídrico del río Paraná, sigue siendo un problema, así como el sobrecosto de la logística en el comercio exterior. Además, dijo que se debe tener en cuenta que la inyección fiscal será menor este año con respecto al año pasado, por la tarea pendiente de normalizar el déficit fiscal.
De esta manera, explicó que si bien se comienza a apuntalar un proceso de recuperación, será desigual entre sectores ya que los segmentos comerciales y de servicios -donde trabaja la mayor cantidad de gente- todavía están muy débiles. Por su parte, el sector del campo viene trabajando bien, por lo cual en el promedio se espera el mencionado repunte del 3,5%.
Impacto de la crisis sanitaria en las perspectivas económicas
La campaña de vacunación es uno de los artífices más importantes de cualquier pretensión de recuperación económica y, en este punto, el economista consideró que uno de los principales errores del gobierno fue la confianza desmedida hacia el mecanismo Covax de negociación, ya que terminó por ser un “fracaso” para nuestro país y Paraguay quedó sin mayores chances de otra vías.
“El gran error del Gobierno en el tema de la vacunación fue poner todas sus fichas en el mecanismo Covax, que fracasó, y entonces el proceso hasta ahora es muy lento. Nosotros esperábamos que a estas alturas la vacunación hubiera avanzado ya en manera positiva, y hay que reconocer que el Gobierno no tenía la suficiente fuerza para esta negociación”, acotó con respecto a la campaña de inoculación.
Refirió que a pesar de los gastos necesarios para la financiación del programa de gasto cero para casos de COVID-19 en las familias -el cual consideró de crucial importancia-, el Ministerio de Hacienda podrá terminar dentro del déficit de 4% sobre PIB proyectado para el 2021. Para esto será necesario bajar la inversión en infraestructura, ya que se debe tener claridad en las prioridades.
