Con el avance de la pandemia de COVID-19, las expectativas respecto a los efectos económicos en el país siguen empeorando. La fundación Desarrollo en Democracia (Dende) corrigió de -1,5% a -3% su proyección de caída del producto interno bruto (PIB) para el 2020, debido al impacto de las restricciones impuestas a la actividad económica y social para detener la propagación del nuevo coronavirus.
Así informó el economista César Barreto, miembro de la entidad, y consideró que el sector servicios tardará al menos hasta el año que viene en recuperarse y llegará a su plena reactivación recién en el 2022, debido al temor al contagio que persistirá entre la población y frenará aún al consumo. Agregó que para el 2021 esperan un crecimiento económico, pero no muy pronunciado, y que el nivel potencial de 3,5% de expansión del PIB se retomará recién en el siguiente año.
“El año que viene va a persistir todavía gran parte de los temores que la gente tiene, especialmente de concurrir a lugares de afluencia masiva, que son principalmente los sectores de servicios, es ahí donde se va a concentrar más lentitud en el funcionamiento de los negocios”, explicó.
Por otro lado, reconoció que la actividad comercial se está recuperando a un ritmo más acelerado del que se esperaba, en coincidencia con la mayor apertura que se está permitiendo a este rubro en la fase 3 de la “cuarentena inteligente”. En cuanto a los sectores que aún no pueden reanudar sus actividades, recalcó que se deberá evaluar el impacto tanto en a nivel macro como en otros segmentos, para medir la recuperación del mercado en los próximos meses.
“Sectores que están cerrados no van a poder trabajar, o trabajan a nivel mínimo, incluso informal seguramente, no respetando los controles; eso va a durar hasta que se libere totalmente el trabajo de los sectores”, añadió.
Acciones del Gobierno. En cuanto a las acciones de política monetaria, sostuvo que el Banco Central del Paraguay (BCP) deberá mantener el actual nivel de tasas – en 0,75%, tras consecutivos recortes desde el 4% en que se encontraba la referencia antes de la pandemia –, “si es que se nota una reactivación de la inversión y el consumo privados. Eso depende de las expectativas, que se van a ir recuperando en la medida que la gente tenga experiencia mejor o peor respecto a los meses anteriores”.
Advirtió, en este sentido, que las políticas macro tendrán una importante influencia en la recuperación que se pueda lograr, punto en el que manifestó su preocupación respecto a la intención del Gobierno de no emitir bonos el año que viene. “Eso implicaría un recorte en la inversión pública extremadamente fuerte, que puede poner en peligro toda la recuperación”, exclamó.
“Más adelante veremos si salimos muy debilitados, como Argentina por ejemplo, que su recuperación va a llevar seguramente muchos más años, dependiendo de lo que haga; o si salimos relativamente bien, fuertes todavía, con lo cual seguramente vamos a tener capacidad de seguir creciendo o recuperar un nivel de crecimiento potencial razonable”, concluyó.
En abril pasado, el BCP ajustó a -2,5% su pronóstico de retracción del PIB para el 2020, desde la expansión de 4,1% que había pronunciado en diciembre último. Otras estimaciones son más pesimistas, como el -5% que maneja el Fondo Monetario Internacional (FMI), y más optimistas, como el -2,3% anunciado por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal).
Lea también: Consultora corrige a -5% el pronóstico de caída del PIB