Dentro de la crisis sanitaria viral que estamos viviendo actualmente, también radica una problemática que está muy presente a causa de la pandemia: la “Infodemia”.
Nos referimos a infodemia al fenómeno que incluye a toda información que es difundida, transmitida y/o comunicada de forma masiva sin tener la total veracidad del contenido de la información; en ciertos casos puede ser real, como en otros puede ser falsa.
Debido a la cantidad excesiva de información sobre un tema específico (en este caso el COVID-19), en muchos casos la transmisión de un alto nivel de información puede llegar a presentar hechos no reales que generan desinformación y rumores.
Impacto actual de la desinformación
La infodemia tiene un gran impacto en la sociedad.
En marzo del año pasado (inicio de la pandemia) se visualizó el siguiente grado de influencia en las redes sociales más utilizadas para la difusión de información:
- Youtube: 361.000.000 videos reproducidos con categoría de “COVID-19” y “COVID 19”
- Twitter: Los hashtags más virales fueron: #coronavirus #covid19 #covid-19 #covid_19 #pandemia
- En cuanto a la edad de las personas que interactuaban sobre el tema: 70% de los tweets eran de personas mayores de 35 años; seguido del grupo de jóvenes y adolescentes menores de 17 años, con un 20%.
Fuente: Organización Panamericana de la Salud.
En cuanto a los temas que más tuvo carga de información, donde numerosas veces las informaciones no correspondían a la realidad de los hechos o generaban confusión por las distintas versiones que había de la información, los temas que más tuvieron impacto fueron:
- La actualización diaria del número de infectados y fallecidos a causa del COVID-19
- Indicaciones y recomendaciones para prevenir o evitar el contagio del virus.
- Explicación de la enfermedad y su origen.
Actualmente, el que más transciende en todos los países es la información relacionada al proceso de vacunación.
También podemos considerar como un virus a esta Infodemia; ya que una persona, al comunicar noticias o informaciones falsas a sus amistades y familiares, las retransmiten a su círculo y así se va propagando esa información falsa, generando así un gran aumento de la desinformación.
Recomendaciones
Toda la información últimamente es transmitida de forma digital, lo que hace que tenga una posibilidad de alcance y distribución mucho mayor, pero lo que resulta más difícil en estos casos es que el lector comparte esta información sin confirmar que la fuente de información sea real y confiable.
Como se mencionó anteriormente, esto se puede transmitir como un virus y para evitar que eso suceda, debemos aplicar las siguientes recomendaciones antes de compartir una noticia o información.
- Validar la fuente y el autor
Es importante verificar que la información esté elaborada por una fuente confiable.
Si son datos financieros o estadísticos, lo recomendable es verificar que el origen provenga de un autor, sea de alguna empresa que usualmente se encarga de estos datos o algún profesional del área.
En caso de que no sea ninguno de estos y estemos ante un artículo escrito por alguien que presenta análisis estadísticos y datos puntuales, se recomienda verificar la fuente de extracción de estos datos. Esto genera mayor credibilidad en la información.
Si la información corresponde a algún comunicado, verificar siempre que sea hecho por algún sitio web o cuenta oficial de la entidad, o que haya sido redactado y firmado por personas que tengan responsabilidad y participación en el comunicado.
- Leer el contenido completo
Evitar leer a medias la información o solo el título.
Normalmente al inicio se redacta algo de forma que llame la atención al lector. Una vez que se lea por completo el texto, se puede notar en algunos casos en la forma de redacción que no tiene coherencia o es informal, esto podría ser un punto para que a uno le llame la atención de que no corresponda a una información real.
- Comprobar la fecha y país de origen de la información
En algunos casos, la noticia que se difunde por redes sociales suele ser de una fecha pasada.
La intención de difundir esas noticias pasadas es que tienen alguna relación con algún tema actual; podría ser que, posterior a la publicación de esas noticias, ya hubo alguna aclaración o actualización de la información pasada, por lo cual no siempre es recomendable guiarse por alguna información que sea de periodos actuales.
Esto también aplica para informaciones que contienen datos estadísticos/financieros: verificar siempre que sean de fecha más reciente, ya que estos datos pueden variar periódicamente acorde a distintos factores.
Fijarse en el país de origen de la información también resulta primordial, pues en muchos casos la gente cree que la información que lee corresponde a su país y se presta a la confusión.
- Autoanalizarse la fundamentación para difundir la información
Es importante que uno sea consciente de la información que va a compartir a una o más personas, y tenga en cuenta los siguientes puntos:
- Necesidad de compartir la información.
- Haber leído completamente y estar seguro de que no sea una desinformación.
- ¿Cómo me afecta y cómo podría afectar a un tercero? Tener en cuenta que la transmisión de información puede traer consigo consecuencias.
Según un estudio reciente de la compañía de ciberseguridad “Kapersky”, desde el inicio de la pandemia la difusión masiva de información impactó en las personas a través de un aumento de estrés, pesimismo, ansiedad y depresión.
- No difundir la información hasta validar los puntos anteriores
Hay que ser consciente de que, si uno no cumple con todo lo anteriormente mencionado, podría ser partícipe de colaborar en una desinformación masiva. Si no estamos seguros o no coincidimos del todo con la información, mejor evitar una difusión de desinformación masiva.
La información es vital para generar un panorama claro de la situación actual, así como también para la construcción de expectativas. Debemos basarnos siempre en información de fuentes de confianza para una buena toma de decisiones tanto conductuales como financieras.
Con la pandemia, el mundo digital ha tenido un gran avance, por lo cual todo se va compartiendo a través de estos medios.
Esto causa una saturación de información donde la gente ya no distingue lo real de lo falso, se genera una gran confusión en las personas, aumenta la incertidumbre y se despierta una mayor desconfianza en los medios, gobiernos, instituciones y personas. Es necesario que la gente actúe con mayor cautela y serenidad al momento de leer y compartir las informaciones; de otra forma, va a continuar agravándose este fenómeno de la infodemia.