A la hora de hablar sobre los precios del combustible, es importante conocer un poco sobre su proceso y los factores que lo determinan.
Los principales factores a tener en cuenta son los siguientes:
- El precio internacional del barril de petróleo, ya que se comercializa de esa manera.
- El precio de la refinación del petróleo.
- Los impuestos.
- La distribución de la gasolina ya lista para el consumidor final.
En nuestro caso, el tipo de cambio también es un factor que influye en el precio final, ya que las importaciones se hacen mayormente en dólares. Por lo tanto, una variación en las monedas puede influir en el precio final.
Precios internacionales
Como ya sabemos, el precio del barril de petróleo se determina principalmente por la ley de oferta y demanda, como la gran mayoría de los commodities.
En este punto, el conflicto geopolítico de Rusia y Ucrania generó una gran suba de los precios internacionales, que afectó a todos los países y también a Paraguay.
A finales del segundo mes de este año, el precio del citado commodity se disparó, superando incluso los USD 100 por barril, nivel que no había alcanzado desde el 2014.
Esta situación se convirtió en otra presión inflacionaria para nuestro país. No obstante, hasta la quincena de marzo, se observó una tendencia a la baja de los precios del petróleo, pero continúa la incertidumbre.
El Gobierno Nacional planteó la creación de un fondo de estabilización de los combustibles de Paraguay, de manera a evitar los impactos en la suba del mencionado commodity.
Impuestos
Otro de los factores más influyentes en el precio final de la gasolina son los impuestos aplicados a la importación de ciertos productos.
En el caso de nuestro país, existe un Impuesto Selectivo al Consumo (ISC) e incluye a aquellos productos que no son considerados de primera necesidad o contaminan el ambiente, como los combustibles.
Los contribuyentes de este tipo de impuesto son los fabricantes, en el caso de que sean productos nacionales, o los importadores, por los bienes que introduzcan al país.
Con respecto al monto que deben pagar de impuestos sobre los combustibles y derivados del petróleo, la tasa máxima aplicable es del 50%; por lo tanto, la cantidad de impuestos se considera de influencia significativa para la determinación del precio final del combustible.
En el 2020, el Poder Ejecutivo quedó a cargo de fijar las tasas diferenciales para los distintos tipos de productos dentro de la sección de combustibles.
Por ejemplo, durante el 2013 las tasas estaban entre el 10% y el 28%. El producto con la mayor tasa de impuestos eran las naftas sin plomo de 97 octanos o más, con una tasa de 38%; seguidos por las naftas o supernaftas de entre 88 y 96 octanos, con 34%.
Por otro lado, los productos relativamente menos afectados fueron el fuel oíl, el gas licuado y el querosén, todos con una tasa del 10%.
Finalmente, uno de los principales productos de interés, el gasoil, tuvo un impuesto del 18%.
Entre los acontecimientos más recientes, cabe recordar que a inicios de febrero y hasta marzo de este año, el Poder Ejecutivo decidió reducir las tasas del ISC de manera a aliviar el impacto de la suba de los precios internacionales en el consumidor final.
En detalles, se redujeron las tasas del ISC del 20% al 10% en el caso de la nafta virgen; y del 34% al 30%, en el caso de la nafta RON 91.
Además, el diésel tipo III bajó la tasa del ISC del 18% al 6,2% a los importadores. Esta medida atajó momentáneamente la suba que se tenía prevista en febrero pasado.
Costos de refinería
La refinación del petróleo es la serie de procesos para separar, transformar y purificar el petróleo.
De esta manera, el petróleo crudo se transforma en sus varias formas que conocemos y van desde lámparas de combustión a gasolina, o inclusive a la fabricación de productos intermedios.
El petróleo crudo varía mucho en cuanto a clase y proporción, dependiendo de dónde se extraiga: por ejemplo, el petróleo extraído en México probablemente sea diferente al extraído en Arabia Saudita, y requiera otro tipo de refinamiento debido a sus distintas cualidades.
Este proceso es esencial para la creación de combustibles como nafta o diésel, ya que de por sí solo el petróleo crudo no tiene mucho uso.
El costo de la refinación varía, dependiendo de las cualidades del producto final y los aditivos requeridos para cada producto.
En cuanto a la gasolina, por ejemplo, su costo varía dependiendo de la temporada, ya que en el verano la gasolina tiene menor porcentaje de vaporización con respecto a la de invierno.
La gasolina se produce a distintos tipos de fuerza y rendimiento a través del octanaje: cuanto más octano tenga, más alto es el costo de refinación.
Finalmente, ambos – el diésel y la gasolina – tienen aditivos como detergente para la limpieza del motor y mejorar el rendimiento, lo cual también aumenta los costos de producción.
Costos de transportación
Los costos y ganancias de la distribución de la gasolina también se incluyen en el precio minorista.
La mayor parte de la gasolina se envía desde las refinerías por gasoductos a las terminales cercanas a las áreas de consumo, donde se puede también mezclar con otros productos dependiendo de las especificaciones del Gobierno en cada lugar. Luego, la gasolina se entrega en camiones a las estaciones de servicios individuales.
En nuestro caso, ya que todo el combustible es importado, el costo de distribución sería más elevado. Aparte del costo de la importación – como mencionamos anteriormente – y los impuestos con respecto a este tipo de productos, es necesario tener un lugar en el cual poder almacenarlo.
Entonces, este costo juega un papel más importante en nuestro país ya que, aparte de pagar los costos de transporte y tarifas de importación, también hay que tener en cuenta el almacenamiento del combustible y, finalmente, su distribución nuevamente a los surtidores.
Conclusiones
El precio del combustible que pagamos día a día tiene muchos factores detrás que lo determinan, sin contar la oferta y la demanda existentes – que también juegan su papel en la determinación del precio –.
Entre los factores más importantes a tener en cuenta cuando hablamos del precio del combustible se encuentra, en primer lugar, el precio del petróleo – que se estuvo incrementando en los últimos meses –. Se podría decir que el costo del petróleo forma alrededor del 50% del precio final del combustible.
Siguen los impuestos y los costos de distribución, ya que nuestro país importa la gasolina. Hay que tener en cuenta los grandes impuestos que se aplican al combustible – debido a que es un producto que contamina el medio ambiente –, y los costos del transporte y almacenamiento del combustible una vez llegados al país.
Finalmente se encuentra el costo de la refinería, que varía dependiendo del tipo de petróleo, y el rendimiento requerido del producto final.
También hay que tener en cuenta que como se comercializa internacionalmente y en nuestro caso son productos importados, la volatilidad del tipo de cambio y específicamente el dólar influyen en el precio final, ya que una depreciación de la moneda nacional haría que el costo de las importaciones sea más elevado.