ANÁLISIS
Los precios de la canasta básica familiar continúan en ascenso, en nuestro país, y en agosto alcanzaron ya un encarecimiento de 5,6% respecto al mismo mes del año pasado, según últimos datos compartidos por el Banco Central del Paraguay (BCP).
De esta manera, la inflación interanual se acerca al tope de 6% en que se deja fluctuar a este indicador y muestra el nivel más elevado en siete años, ya que la última ocasión en que se observó una variación superior para este cálculo fue en mayo del 2014 (7%).
Por su parte, la inflación acumulada de enero a agosto del 2021 llega a 3,6%, muy por encima del nivel de 0,2% que se tenía a misma altura del 2020
En cuanto al aumento de precios de productos y servicios que hubo en agosto desde el mes anterior, el BCP detectó una variación de 0,9%.Esta tasa descendió desde el 1,2% registrado en julio y lleva a los técnicos de la banca matriz a esperar una atenuación de la inflación para los próximos meses, aunque todavía es la segunda más elevada en lo que va del presente año.
Presiones sobre los precios
Los alimentos volvieron a ser los productos con mayor incremento de precios, en agosto del 2021, al alcanzar una suba de 11,5% desde un año atrás y de 12,8% al excluir a frutas y verduras.
En este grupo, las carnes se mantienen entre los rubros que más se están encareciendo en nuestro mercado, con un aumento interanual de precios de 21,6% para los cortes vacunos, de 26,5% para la carne de aves y de 11,9% en el caso del cerdo. A esta altura del año pasado, estas mismas variaciones se encontraban en el rango negativo, incluso con una caída de 4,7% en los precios de la carne vacuna.
Las causas de estos encarecimientos fueron el dinamismo de las exportaciones y los mejores precios internacionales, los efectos de la sequía en insumos como el forraje y el aumento de precios de materias primas utilizadas en el proceso de elaboración de balanceados, según explicó Gustavo Cohener, director de Estadísticas del Sector Real del BCP.
Agregó que también aumentaron sus precios los productos sustitutos de la carne vacuna, como la carne de ave, cerdo, menudencias y embutidos; al igual que el pescado, fuertemente afectado por la histórica bajante de los ríos que se produjo en las últimas semanas.
Los lácteos, aceites y panificados también aumentaron sus precios y las diferencias ya se encuentran en 9%, 44,4% y 5,4% respecto a agosto del 2020, respectivamente. En este grupo también ejercen su influencia los mayores precios de insumos básicos para la producción, indicó Cohener.
En la categoría de bienes no alimenticios, el incremento interanual de precios fue de 6,6% e incidieron principalmente los productos importados que se relacionan con la cotización del dólar: automóviles, motocicletas, equipos telefónicos, electrodomésticos y equipos informáticos.
En servicios y renta, los incrementos de precios fueron mucho menores, de 1,2% en el cálculo interanual, pero ya con un cambio de tendencia respecto al comportamiento que se observaba meses atrás.
Aquí, el BCP detectó aumentos en alimentos consumidos en bares y restaurantes, servicios de cuidado personal, alojamiento en hotel, consulta clínica y servicios odontológicos.
“En lo que se refiere a la renta, esto se ve justificado por aumentos en el alquiler de vivienda, afectado por nuevas condiciones en muchos casos por las renovaciones de contrato que se han verificado luego de la pandemia y de un año en donde los precios de alquileres de vivienda, específicamente, se mantenían bastante estables”, explicó Cohener, en conferencia de prensa.
Perspectivas para los próximos meses
Los analistas del BCP mantienen la confianza en que la inflación se irá atenuando en los próximos meses hasta que el Índice de Precios al Consumidor (IPC) cierre el año con una variación de 4% -la proyección anunciada en el más reciente Informe de Política Monetaria-.
La actual aceleración de la inflación se genera en momentos de recuperación económica tras los embates generados por la pandemia de COVID-19, tanto a nivel nacional como alrededor del mundo.
Miguel Mora, economista jefe del BCP, recordó que los mencionados aumentos de precios son resultado principalmente de la presión proveniente de los alimentos y los combustibles, correlacionada con el aumento de los precios de commodities en el periodo reciente.
“Hacia adelante, dado que los precios de commodities se han estabilizado en ciertos niveles, lo que se podría esperar es una atenuación de este ritmo de aumento importante que hemos visto principalmente en los últimos tres a cuatro meses y guarda relación con la recuperación de la actividad económica”, sostuvo el economista.
En este escenario, consideró que cuentan con elementos para ir evaluando de manera “detenida y bastante racional” las próximas acciones de política monetaria, pues destacó que las expectativas de inflación en el mediano plazo están en torno a la meta de 4% que se fija el BCP.
La banca matriz elevó recientemente a 1% su tasa de interés de referencia, tras haberla mantenido durante un año en el nivel históricamente bajo de 0,75% para contener los efectos económicos de la pandemia.