ANÁLISIS
Con los casos de COVID-19 disminuyendo, un plan de vacunación prometedor y a puertas de un estímulo fiscal enorme para la economía americana, los nervios por una futura inflación se empiezan a filtrar en la mente de los inversionistas.
Además, ayer el presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, dio indicios de que la banca matriz ni siquiera piensa que la inflación sea un motivo para retirar su apoyo a la dañada economía americana.
“Tenemos 10 millones menos de personas trabajando en empleos de nómina”, dijo el miércoles al Comité de Servicios Financieros de la Cámara de Representantes, en su segundo día de testimonio ante el Congreso.
“Hay un largo camino por recorrer para lograr el pleno empleo”, agregó.
En este contexto podemos inferir que la posible inflación representa malas noticias en especial para la renta fija a largo plazo – las tasas de retorno de los bonos están entre las más bajas de la historia debido a las políticas de la Reserva Federal –.
Los inversores no van a querer asumir retornos inferiores a la inflación en el largo plazo.
Esta semana los precios de los bonos de mediano a largo plazo cayeron fuertemente, reflejando este razonamiento. La mayoría va a tratar de posicionarse a corto plazo, para ir tomándole el pulso a la inflación.
En el caso de las acciones – renta variable –, la inflación representa quizá un escenario más alentador para compañías con mayor apalancamiento operativo. Es decir, aquellas compañías que logran mantener sus costos variables bajos, mientras se benefician del aumento del volumen de ingresos que contribuye a una mayor rentabilidad.
Este mayor margen bruto se da en especial en compañías que tienen sus procesos productivos automatizados. Goldman Sachs Group Inc. recomienda este tipo de empresas porque están mejor posicionadas para extraer ganancias de los ingresos por ventas, como la automotriz Ford Motor Co. y la firma mediática Discovery Inc.
Por otro lado, las acciones de energía tienen el mejor historial durante los períodos de aumento de los precios al consumidor, según Ned Davis. El petróleo se ha disparado este año, impulsado por la confianza en una recuperación económica mundial.
Este incremento en el crudo ha sido reflejado en el precio de las acciones de compañías como Exxon Mobil Corp. y Marathon Oil Corp. La industria ha liderado las ganancias en el S&P 500 en 2021, subiendo cinco veces más que el índice de referencia de acciones, según datos de Bloomberg.