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25 de mayo de 2025

Reducción del ticket promedio y menos visitas a restaurantes: Así se presenta el panorama del sector gastronómico

Durante el 2024, la inflación se mantuvo controlada en gran medida por las acciones del Banco Central del Paraguay, aunque el 41% de los productos de la canasta básica experimentaron incrementos, según el IPC. Estos aumentos afectaron el poder adquisitivo de las familias y sectores como la gastronomía, reflejando el impacto en la economía diaria.

En diciembre, los alimentos lideraron las alzas, con frutas, vegetales, carnes y lácteos como los principales responsables del incremento inflacionario. Esto impactó directamente en los restaurantes de alta cocina, cuyos clientes redujeron tanto la frecuencia como el monto de sus consumos, según explicó Oliver Gayet, presidente de la ARPY.

El ticket promedio por persona en restaurantes de cocina elaborada cayó y de G. 120.000 pasó a G. 85.000, marcando un cambio significativo en el comportamiento de los consumidores. “Ojalá tengamos un buen año para la economía paraguaya, un dólar estable y sin mucha inflación. Si todo eso va bien, a nosotros nos irá bien”, aseguró el gremialista.

Si bien la dinámica inflacionaria se mantuvo estable durante gran parte del 2024 gracias a las acciones que llevó adelante el Banco Central del Paraguay (BCP) en términos de política monetaria, las estadísticas del Índice del Precio al Consumidor (IPC) muestran que los aumentos igualmente afectaron al 41% de los productos de la canasta. 

Puntualmente, en lo que respecta a diciembre, los aumentos en alimentos tuvieron una incidencia importante en la inflación mensual. Las frutas, los vegetales así como también la carne y productos lácteos reportaron variaciones positivas, lo que terminó por impactar tanto a la economía familiar como también en la de aquellos dedicados al rubro de la gastronomía (en especial de alta cocina).

Un panorama se vio reflejado a la vez en el cambio del comportamiento de compra de los consumidores en los locales de comida, así lo explicó Oliver Gayet, presidente de la Asociación de Restaurantes del Paraguay (ARPY), quien detalló que de un ticket promedio de G. 120.000 se pasó a G. 85.000.

“Hemos notado cambios muy grandes y el ticket promedio bajó bastante. Anteriormente, una persona iba cuatro veces al mes a un restaurante con un ticket promedio de G. 120.000, ahora se va tres veces a un lugar donde paga entre G. 50.000 y G. 70.000 y una vez a un restaurante donde va a gastar G. 150.000 a G. 160.000 per cápita”, precisó. 

Es importante señalar que este cambio afecta en concreto a los restaurantes de cocina elaborada, no así al sector de comidas rápidas. “Ellos han incrementado su número de clientes”, expresó Gayet al momento de detallar que, aunque se dieron aumentos en los productos esenciales para el rubro, los precios en las cartas no subieron al mismo ritmo. 

“Muchos restaurantes aumentaron menos de la inflación real. La inflación real es el ajuste salarial y no solo los de la carne y las verduras, ninguna carta aumentó más de un 5% y a un máximo de 10% y todo lo que hace al negocio aumentó más mucho más que eso”, expresó. 

En este sentido, en el informe de inflación del BCP se observa que la categoría “comida consumida fuera del hogar» tuvo un aumento del 5,1% en el acumulado de enero a diciembre del año pasado. 

LOS ÚLTIMOS RESULTADOS

El último reporte del BCP señala que, en el caso de los alimentos, por cuarto mes consecutivo, se observaron incrementos de precios en los distintos cortes de la carne vacuna. Los agentes del sector destacaron que citan como factores principales la mayor demanda interna, característica de esta época del año, la apertura de nuevos mercados y mejores precios de exportación.

También se registraron alzas en los precios de los productos sustitutos de la carne vacuna (aves, cerdo y embutidos), los que normalmente experimentan este efecto, debido al aumento del consumo ante la suba de los precios de la carne vacuna, sumado a la mayor demanda por las fiestas de fin de año.

Otros alimentos que registraron aumentos fueron los productos panificados, pastas, harinas, aceites, mantecas, sal, especias, azúcar, edulcorantes, helados y dulces, entre otros. Mientras que el encarecimiento de los panificados se vinculó con la evolución reciente de los precios de la harina de trigo.

En esta misma línea, en el índice elaborado por la FAO también se pueden observar las subas puntuales en las mismas categorías, siendo puntualmente más elevadas las categorías de lácteos y aceites.

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