El titular del BCP, Carlos Carvallo, asegura que la volatilidad en el tipo de cambio se debe a factores globales y locales, como la incertidumbre en los mercados internacionales y la caída en los precios de commodities. Destacó que, a pesar de esto, Paraguay ha registrado una depreciación del tipo de cambio menor que otros países de la región.
En relación a la política monetaria, Carvallo afirmó que las condiciones actuales son favorables, con la inflación bajo control, permitiendo mantener la tasa de interés en niveles adecuados. Sobre la actividad económica, resaltó el crecimiento sólido en varios sectores, aunque reconoció desafíos, como el sector binacional.
Además, en la entrevista con MarketData también habló sobre el sistema financiero, su visión sobre el grado de inversión y la necesidad de que se lleve adelante reformas que aseguren el crecimiento económico del país.
- ¿Cuál es la causa de la volatilidad en el tipo de cambio y qué puede esperarse hacia adelante?
Cuando uno habla del mercado cambiario, tiene que hacer varias consideraciones, pues son muchos los factores que de alguna u otra manera inciden en el comportamiento del tipo de cambio.
Si bien el tipo de cambio tiene una, es verdad, una mayor volatilidad, no hay que desconocer que vivimos en un mundo que es más volátil en general. Y el tipo de cambio, al ser el precio de un activo de alguna forma, esta mayor incertidumbre que existe en términos de comportamiento de la economía mundial, de los mercados internacionales y, sobre todo, en todo lo que tiene que ver con el futuro económico mundial-regional, incide de alguna forma en expectativas y eso también se traslada a una mayor volatilidad en una serie de variables, entre ellas, el tipo de cambio.
El movimiento del tipo de cambio en este primer semestre tiene que ver con factores exógenos globales. En cierto modo, hay que recordar que cuando estábamos posicionados hacia finales del año pasado, las expectativas de convergencia de la inflación mundial, y en particular en Estados Unidos, eran más favorables a lo que fueron los datos en estos primeros meses del 2024.
Por lo tanto, las expectativas de ir normalizando la política monetaria en Estados Unidos también apuntaban que eso podría empezar a ocurrir ya en el primer trimestre y ahora se trasladó un poco más para adelante. Yo creo que ese factor ha impactado de alguna manera al dólar en términos globales.
El dólar se ha fortalecido frente a la mayoría de las monedas del mundo, entre ellas, todas las monedas de la región, y el guaraní no es una excepción. Somos una economía abierta, pequeña y estamos también influenciada por lo que pasa en los mercados internacionales.
Hay factores también que son de carácter más local que tienen que ver con las características estructurales o sectoriales de nuestra economía y también con la canasta exportadora. Nosotros, como exportadores de bienes, commodities en gran medida, hemos visto que el precio de los commodities ha tenido una caída relevante. El precio de los combustibles que nosotros importamos tuvo una subida, con lo cual, de alguna forma, tuvimos términos de intercambio que impactaron negativamente a la economía.
Las apreciaciones del tipo de cambio no están desalineadas de lo que fue en otros años de nuestra economía. Porque lo que pasa cuando uno lo mira en términos absolutos, nos dice: «Bueno, el tipo de cambio se ve a precio 100 guaraníes, 150,» cuando en realidad, en todo el año, la depreciación del tipo de cambio en términos porcentuales no superó 3.5%.
Si comparamos con Brasil, Brasil se depreció más; si comparamos con Chile, se depreció más, casi 9% interanual y 7% en términos acumulados en lo que va del año; Argentina, ni qué decir; Perú está más o menos como nosotros en términos de depreciación, un poquito menos, pero muy alineados nosotros.
Paraguay, dentro de la economía regional, fue el que menos se depreció en realidad y eso también tiene que ver con ciertos fundamentos en los que nuestra economía opera en forma correcta.
- ¿Cómo ven el entorno internacional como uno de los pilares para mantener la tasa de interés de política monetaria en 6%?
Desde el punto de vista de las decisiones de política monetaria, estamos en una zona de confort considerando las condiciones de los mercados internacionales y la mayor incertidumbre respecto a ciertas decisiones que se tienen que tomar en los países más desarrollados.
Creo que la inflación está muy bien comportada, más allá de cierta volatilidad que estamos observando; para tomar decisiones de política monetaria, todas están de alguna forma bien comportada, por decirlo de alguna forma. Si nosotros miramos todas las medidas subyacentes de inflación, se encuentran entre 2,9% y 4%. La inflación SAE, la inflación subyacente, la X1, la núcleo, todas las medidas más estructurales o más de tendencia a la inflación han respondido correctamente a los incentivos de política monetaria y están bajo control.
Es verdad que tenemos un poco más de volatilidad en la inflación total, que se debe a factores que están por fuera de la incidencia de la política monetaria, que tienen que ver con algunos choques de oferta que tuvimos en algunos productos específicos como tomate, cebolla, lechuga, todo eso ya sabemos de la inflación, pero están localizados en cuatro o cinco productos con fuerte incidencia en la canasta, cuyos movimientos son transitorios.
No estamos viendo una presión inflacionaria que de alguna manera nos lleve a tomar ciertas consideraciones. Estamos en la zona de confort y esa zona de confort también es una zona de neutralidad.
Hay que recordar que la tasa neutral de política monetaria no es una variable observable, sino que es una variable estimada a partir de diferentes metodologías, diferentes modelos. Por lo tanto, nosotros cuando nos referimos a la neutralidad, nos referimos a una zona neutral y esa zona neutral se mueve entre 0.8 y 2,3%. Por lo tanto, cuando uno tiene una política monetaria de 6%, una meta de inflación de 4%, su tasa real de política monetaria es 2%. Entonces, está dentro de ese rango de tasa neutral.
Pero, ¿cuál es la tasa de equilibrio? Es aquella que permite que todas las medidas subyacentes de inflación se comporten adecuadamente.
- ¿Cuál es el efecto que tiene el diferencial de tasas de interés entre el de Paraguay con el de Estados Unidos?
No ha variado mucho, porque creo que muchas de esas decisiones también se toman por expectativas de qué va a pasar en el futuro. Yo creo que hoy en día las expectativas de que en algún momento también tiene que comenzar a caer la tasa de interés en EE.UU. está en la consideración de las decisiones, básicamente de inversión en activos y la moneda en la cual se va a invertir.
Hay que recordar una cosa: así como teníamos noticias muy buenas desde el punto de vista a nivel de actividad y no tan buenas respecto a la inflación en los Estados Unidos, los indicadores de alta frecuencia más recientes se invirtieron un poquito.
Empezamos a ver noticias no tan buenas por el lado del dinamismo de la actividad económica y el empleo en Estados Unidos y noticias un poco mejores respecto a algunas medidas de inflación contenida en algunos instrumentos en Estados Unidos.
Por ejemplo, la tasa de inflación en algunos activos a 10 y 15 años en Estados Unidos está muy cerca de las metas de inflación de Estados Unidos, la tasa de interés contenida ahí, por lo tanto, la expectativa de inflación. Entonces, la probabilidad de que se haya corrido en el segundo semestre un poco más y a fin de año, ahora se volvió a correr otra vez hacia septiembre, de ahí comienza la normalización.
Por otro lado, el tema también es que lo que estamos viendo es que, a veces, más que la tasa de interés o más que el rendimiento, la seguridad también actúa como un elemento relevante en la decisión de diversificación de activos de los agentes económicos. Y lo que vemos es que hay bastante apetito por el guaraní, esa es una realidad.
Toda una canasta de activos en diferentes monedas del Guaraní, de alguna manera, adquiere valor importante y, por lo tanto, vemos que hay muchos elementos que hacen que ese diferencial de tasas, que es verdad que está cercano entre nuestro país y Estados Unidos, pueda ser relativizado de alguna forma en términos de decisiones de los agentes económicos.
Por lo tanto, no hay una claridad conceptual sobre qué tan bueno o qué tan malo es estar muy cerca o no de la tasa de referencia en Estados Unidos. Yo creo que hay factores que tienen que ver con los fundamentos propios de la economía local, que también operan en esa decisión. Pero, por el momento, creemos que estamos bien, pero estamos mirando constantemente lo que está pasando porque el mundo está más incierto que en otro momento y esa incertidumbre es probable que permanezca en el tiempo.
- ¿Qué se puede mencionar acerca de la actividad económica reportada por el IMAEP y el ECN y la perspectiva para el segundo semestre?
Los datos de dinámica de la actividad del sector real son muy alentadores. Realmente tuvimos muy buenos números en estos primeros meses del año. El IMAEP muestra una dinámica fuerte con excepción del último número de abril, pero eso tiene básicamente un efecto calendario importante que hay que limpiar para tener el dato real. Lo que vemos es que el dinamismo de la actividad económica es muy importante. Tenemos un IMAEP sin agricultura y agro que está creciendo a niveles muy elevados.
En cuanto a las binacionales, tenemos un efecto base importante también en el año pasado y, además, algunos elementos climáticos afectaron la dinámica. Pero sacando esos dos sectores que están un poquito menos dinámicos, lo que estamos viendo es un crecimiento económico fuerte en algunas actividades del sector secundario y terciario en la economía que están sosteniendo un ritmo de crecimiento muy fuerte.
El BCP sigue con su proyección de 3,8%, pero si uno mira la dinámica de comportamiento de la economía hasta ahora, la dinámica viene fuerte, y si hay un sesgo es hacia arriba, pero nosotros somos conservadores y mantenemos esta proyección.
Lo que sí es importante es mirar para adentro los números. Muchas veces los números más agregados, que es el crecimiento estimado del PIB o proyectado para este año, lo que estamos viendo sí es que hay un crecimiento más equilibrado en los tres sectores grandes de la economía, a diferencia de lo que fue el año pasado, donde la incidencia del sector primario fue muy fuerte, sobre todo en el primer semestre.
En el segundo semestre, ya empezamos a ver una dinámica diferente en el sector secundario y terciario, pero este año lo que estamos proyectando es más fuerza en el sector secundario y el sector terciario, un poquito menos dinamismo en el sector primario, pero aún así creciendo positivo.
De hecho, el único sector que en los últimos datos no tiene una incidencia positiva es el binacional, el resto, inclusive la construcción, ya esta mostrando números positivos. Entonces, todos los sectores crecen en la economía, por eso es un crecimiento mucho más equilibrado y probablemente desde el punto de vista social de la generación de empleo también, o sea, vamos a tener este año un poco más virtuoso.
- ¿En este contexto, es posible que lleguemos este año al grado de inversión?
Yo creo que se están haciendo bien las cosas en el país como para que en algún momento llegue eso. El grado de inversión va a ser una consecuencia de las buenas cosas que nosotros hagamos en la economía. Estamos cerca, no hay que desconocer eso, estamos muy cerca, tuvimos upgrade en la calificación, tanto en lo que tiene que ver con la calificación misma como con la tendencia de la calificación en varias calificadoras, en un contexto donde la mayoría de las economías en desarrollo tuvieron un downgrade en su calificación de riesgo soberano.
Entonces, esa es una señal muy importante y yo creo que eso hay que tomar como un indicador de que las cosas se están haciendo bien en el Paraguay y que los 25, 30 años de construcción de la institucionalidad económica y estabilidad pagan buenos dividendos no solo en la economía, sino que también en el bienestar de la población.
La pobreza disminuyó en todos estos años de forma muy relevante y hay una serie de elementos que hay que considerar y hay que atribuirle al buen manejo de la macroeconomía. Pero ese ya está, ese ya es un activo que tenemos consolidado.
Nuestro país ya está inserto en el imaginario colectivo de la población. La población no demanda políticas económicas desajustadas o políticas económicas populistas, por el contrario, la población es conservadora desde el punto de vista económico, lo cual es muy bueno. Es más, cuando la deuda sobre el producto se acercó a 40%, que es bastante bajo comparado con otros países de la región, todo el mundo dijo no más allá de endeudamiento.
El déficit también, todo el mundo está pendiente del déficit fiscal y de la convergencia del déficit. Quiere decir que la ciudadanía en Paraguay tiene internalizados los equilibrios económicos y demanda a sus hacedores de política que sean responsables, se involucran y eso es muy bueno. Pero yo creo que hoy en día eso ya está, ya se logró, hay que cuidarlo, pero tenemos que dar un salto de calidad en la discusión económica y tenemos que empezar a discutir reformas económicas que impacten en la productividad de la economía y aumenten el crecimiento económico a mediano y largo plazo, el crecimiento potencial de la economía.
Todas esas reformas que tienen como objetivo mejorar el crecimiento económico de largo plazo, mejorar el crecimiento económico potencial de la economía, generar empleo de calidad en la economía y aumentar el bienestar en la población son los mismos que nos van a conducir automáticamente y en forma natural hacia el grado de inversión.
- Por otra parte, ¿cómo es nuestro sistema financiero en la actualidad?
Veo bien al sistema financiero, veo bien al superintendente de bancos, para mí es un honor que Holger (Insfrán) haya aceptado el desafío de ser superintendente de banco. Es una persona que tiene una trayectoria impecable en el Banco Central, un técnico de primer nivel y yo creo que es la persona adecuada para estos tiempos para conducir la regulación financiera hacia estándares cada vez más elevados, estándares internacionales, avanzados y modernos.
El sistema financiero, creo que tal vez no se lo analizó de una manera más profunda porque jugó un rol excelente durante la pandemia. Hay que reconocer que el sistema financiero tuvo la responsabilidad y tuvo la inteligencia de usar correctamente los incentivos que el Banco Central le ofreció durante la pandemia, más que le ofreció a la ciudadanía, lo utilizó de una forma adecuada y responsable y logró, de alguna forma, sostener los créditos y logró generar confianza y atraer depósitos en momentos de altísima incertidumbre y de un choque que fue el más severo y global del que tenemos registro en la historia de la economía mundial desde que se tienen datos.
Hay que recordar que la pandemia fue un choque donde las expectativas de crecimiento de la economía fueron las más fuertes en todas las otras recesiones que se han contabilizado a lo largo de la historia económica más moderna.
Y el sistema financiero supo leer adecuadamente qué parte de ese shock era temporal y había que financiar y qué parte de ese shock era permanente y había que ajustar. Eso permitió, de alguna forma, tanto al sector público como al sector privado y al sistema financiero en particular salir de la pandemia con los balances no deteriorados, sostenibles y con indicadores realmente muy adecuados para un sector que había recibido para un país que ya recibió un choque tan fuerte como ese. Entonces, yo rescato ese elemento.
Lo que sí diría es que el sistema financiero debería animarse a jugar un rol fuerte en el país para ser un motor de desarrollo socioeconómico, financiar el desarrollo socioeconómico del país y para eso tiene que abrirse a las personas, tiene que pensar que hay una cantidad importante de paraguayos, más del 60%, que hoy en día no acceden a los servicios financieros regulados por el Banco Central.
Por lo tanto, hay que ir en busca de esa gente, muchas de ellas emprendedores con sueños y con capacidades que están esperando una oportunidad del sistema financiero. Entonces, el Banco Central de alguna forma tiene puesto también su esfuerzo en encontrar los mejores incentivos para que el sistema financiero juegue ese rol. Pero, desde el punto de vista de los indicadores, desde el punto de las fortalezas, el sistema financiero está sólido y esa es una buena señal a futuro.