La brusca caída de los ingresos, que resulta de la menor actividad económica del país, y el fuerte incremento de los gastos realizados por el Gobierno para contener los efectos de la pandemia de COVID-19, llevaron a las cuentas fiscales a un déficit que representa el 2,8% del Producto Interno Bruto (PIB), a julio del 2020.
Así el actual desequilibro ya casi alcanza al registrado en todo el 2019, que fue de -2,9%. La diferencia negativa entre los ingresos y gastos (a los que se suman las inversiones), equivalen a G. 6,6 billones (USD 963,6 millones), según el último informe del Ministerio de Hacienda.
Con el déficit fiscal registrado a julio del 2020 casi se duplica el tope de -1,5% establecido en la Ley de Responsabilidad Fiscal (LRF), y se asoma a la válvula de escape de esta propia Ley, que permite que el desequilibrio pueda llegar hasta 3% del PIB en años económicamente malos.
El resultado fiscal es calculado entre los ingresos totales y los gastos totales, donde también se incluyen dentro del paquete de gastos a las inversiones físicas realizadas.
En ese sentido, el reporte de Hacienda menciona que los ingresos totales presentaron una reducción de 12,2% de enero a julio del 2020, en comparación con el mismo periodo del año pasado. Luego de percibir G. 19,5 billones en el 2019 en concepto de ingresos, el Fisco canalizó en el mismo concepto unos G. 17,1 billones en los siete meses del 2020.
La explicación brindada al respecto por la directora de Política macro-fiscal, Viviana Casco, es que este comportamiento se explica por las medidas implementadas por el Gobierno en el marco de la Emergencia Sanitaria, además de la disminución de otros ingresos debido a que Yacyretá aún no realizó pagos en concepto de deudas este año.
En el reporte también se hace énfasis en los ingresos tributarios (provenientes del cobro de impuestos), que a julio muestran una caída del 14%, explicada con la menor recaudación en -15,1% de la Subsecretaría de Estado de Tributación (SET) y una disminución del -12% en la Dirección Nacional de Aduanas (DNA).
Sin embargo, desde la cartera económica destacan que tanto la SET como la DNA presentan paulatinas señales de recuperación, siendo julio el mes de mejor desempeño desde el inicio de la pandemia. Esto, como resultado de la implementación de la cuarentena inteligente, que favoreció a una reactivación de la economía local.
No obstante, Viviana Casco detalló que de enero a julio del 2020 se percibió USD 445 millones menos en ingresos tributarios, frente a la estimación inicial a recaudar en ese periodo, que era de USD 2.245millones.
Mayor gasto estatal. Por el lado de los gastos, el documento socializado a la prensa habla de un incremento del 10,8% en el gasto estatal. Así, el monto subió a G. 20,3 billones a julio del 2020, de los G. 18,3 billones de gastos ejecutados en el mismo lapso del ejercicio anterior.
La variación obedece principalmente, según técnicos de Hacienda, al pago de sueldos a docentes, fuerzas públicas (policías y militares) y las nuevas contrataciones de personal de blanco para fortalecer la atención hospitalaria. “Además, en el marco de la Ley de Emergencia Sanitaria, se ha realizado el pago de una gratificación especial, en carácter de excepción, al personal de salud afectado directamente a la atención de la pandemia (USD 17,9 millones)”, agregan.
En cuanto a las inversiones, el reporte indica que se experimentó un incremento de 26,5% (USD 105,4 millones más invertidos) en el acumulado a julio del 2020, frente al mismo tiempo del año anterior. Pero en el comparativo interanual, julio 2019 contra julio 2020, se registra una disminución de 20,5% (USD 15,4 millones menos), que se debe a una falta de disponibilidad de recursos por parte del Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones (MOPC), principal ejecutor de las inversiones físicas del Estado, explicó la directora de Política macro-fiscal.
Este año, en la Ley de Emergencia se eliminó el límite impuesto por la LRF para el nivel al que puede llegar el déficit fiscal. El Gobierno prevé que este indicador cierre el año en 7,2%.