La semana arrancó con la noticia de que el precio del petróleo se mantuvo estable, pero las más recientes preocupaciones sobre la nueva variante del coronavirus, Ómicron, y las dudas sobre la eficacia de las vacunas pesaron sobre los precios.
Este lunes, el Brent bajó 49 centavos, o un 0,65%, a USD 74,65 por barril; y el West Texas Intermediate (WTI) estadounidense descendió 44 centavos, o un 0,6%, a USD 71,23 por barril. Ambas referencias registraron ganancias de alrededor de 8% durante la semana pasada.
La variante del coronavirus Ómicron, detectada en más de sesenta países, supone un riesgo global «muy alto», con algunas pruebas de que evade la protección de las vacunas, según la Organización Mundial de la Salud.
Actividad fabril de China se aceleró en noviembre
La producción de las fábricas en China creció más rápido de lo previsto en noviembre, gracias a una mayor producción de energía y a la moderación de los elevados costes de los materiales.
Sin embargo, las nuevas restricciones para controlar los crecientes casos de COVID-19 afectan a las ventas minoristas. Los datos, junto con la ralentización del crecimiento de la inversión, ponen de manifiesto los persistentes vientos en contra a los que se enfrenta esta economía asiática, que ya han llevado a los responsables políticos a aumentar el apoyo, este mes.
La producción de las fábricas aumentó un 3,8% en noviembre, con respecto al año anterior, según mostraron los datos oficiales. Se superaron así las expectativas de un aumento del 3,6% y se aceleró el incremento del 3,5% registrado en octubre.
La producción de carbón de China alcanzó un récord en noviembre, ya que Pekín instó a los mineros a aumentar la producción para garantizar un suministro de energía suficiente en la temporada de calefacción de invierno, mientras que la producción diaria de crudo repuntó en noviembre.
Sin embargo, las ventas al por menor aumentaron un 3,9% en noviembre, también con respecto al año anterior, por debajo del crecimiento del 4,6% previsto en la encuesta y del aumento del 4,9% de octubre.
Inflación en Reino Unido superó el 5% y el Banco de Inglaterra subió sus tasas
La inflación británica se disparó en noviembre a su nivel más alto en más de diez años, ubicándose en 5,1%. El jueves, el Banco de Inglaterra se convirtió en el primer banco central importante del mundo en subir las tasas de interés desde que la pandemia del coronavirus golpeó la economía mundial, y lo hizo a través de un ajuste de 0,1% a 0,25%.
La inflación se ha disparado a nivel mundial este año, debido a la subida de los precios de la energía y a los cuellos de botella en la cadena de suministro relacionados con el COVID. En Gran Bretaña, las barreras comerciales y migratorias posteriores al Brexit también han causado problemas.
La lectura de noviembre superó a todas las previsiones de un sondeo de Reuters entre economistas, los cuales apuntaban a una subida de precios del 4,7%, luego del 4,2% de octubre. El Banco Central de Inglaterra advirtió que la inflación probablemente alcanzará el 6% en abril, tres veces su nivel objetivo.
Producción fabril de EEUU aumentó a su nivel más alto en casi 3 años
La producción en las fábricas de Estados Unidos aumentó en noviembre a su nivel más alto en casi tres años. El dinamismo se aceleró en todos los ámbitos, lo que proporcionó un poderoso impulso a la economía en estos últimos meses.
El índice de producción manufacturera subió un 0,7% el mes pasado, a 100,6, el nivel más elevado desde enero de 2019, dijo el jueves la Reserva Federal. Eso siguió a un repunte del 1,4% en octubre.
El sector manufacturero, que representa el 12% de la economía estadounidense, se está viendo respaldado por la fuerte demanda de bienes, incluso cuando el gasto empieza a volver a los servicios.
Los inventarios de las empresas también son muy escasos y las tensiones en las cadenas de suministro a causa de la pandemia de COVID-19 son un obstáculo.
Insolvencias de empresas en el Reino Unido alcanzaron un nuevo máximo
Las insolvencias de empresas en Inglaterra y Gales aumentaron el mes pasado a su nivel más alto desde enero del 2019, superando por primera vez los niveles previos a la crisis, según mostraron los datos del Gobierno.
El Servicio de Insolvencia, una agencia gubernamental, registró 1.674 insolvencias empresariales en noviembre, frente a las 1.410 de octubre. Esta cifra incluye principalmente las liquidaciones voluntarias de empresas, pero también las empresas que caen en administración y las liquidaciones obligatorias.
El volumen de cierre de empresas se redujo drásticamente el año pasado, cuando muchas se mantuvieron con vida gracias a los programas gubernamentales de apoyo por el contexto del COVID.
La capacidad de los tribunales se redujo y los acreedores se enfrentaron a restricciones para emprender acciones legales hasta hace poco, lo que ralentizó el proceso de disolución de empresas.