Los precios de la canasta básica familiar empiezan a mostrar señales de recuperación, tras la intensa baja que experimentaron con el inicio de la pandemia de COVID-19. El Índice de Precios al Consumidor (IPC) reportó en agosto del 2020 una variación acumulada de 0,2%, con lo cual este indicador dejó de arrojar resultados negativos, según el último informe del Banco Central del Paraguay (BCP).
Este cálculo se relaciona con el aumento de 0,5% que arrojaron los precios respecto a julio del 2020, cifra que también se había observado en el mes anterior, en el mismo cálculo. La variación acumulada se había ubicado en -0,4%; -0,8% y -0,3% en mayo, junio y julio pasados, respectivamente, mientras que la deflación mensual se registró de manera ininterrumpida desde abril hasta junio.
La inflación interanual de agosto del 2020 – comparativa con agosto del 2019 – fue de 1,6%, cerca del piso del rango de 2% a 6% en que se permite fluctuar a este indicador, pero todavía lejos de la meta de 4% que establece el BCP. Este número llegó a un mínimo de 0,5% en junio, para empezar a repuntar a 1,1% en el séptimo mes del corriente año.
Entre los productos que incidieron en los resultados de inflación del mes pasado, se destacan los importados y la carne vacuna.
En el primer caso, el BCP detectó un incremento interanual de 2%, luego de que cayera a niveles cercanos a 0% entre abril y mayo. Esta situación coincide con la apreciación que viene experimentando el dólar en el mercado local, en el ambiente de incertidumbre que persiste por la emergencia sanitaria y a lo que se suma la intensa demanda de la divisa extranjera entre los agentes económicos.
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En este grupo, los automóviles y las camionetas experimentaron un encarecimiento de 1,9% y 2,5%, respectivamente, en agosto del 2020. Los productos farmacéuticos también forman parte de este segmento, con subas de precios que coinciden con las mayores exigencias sanitarias impuestas por la propagación del nuevo coronavirus en el país.
En el caso de la proteína roja, el mercado doméstico registró un aumento de precios de 3,9% respecto a julio del 2020, luego de que en el mes anterior subieran en 1,1% y mantuvieran una tendencia negativa entre febrero y junio. Se trata del comportamiento más robusto que exhibe este producto, en lo que va del año, ya que la última vez que se tuvo una variación superior fue en diciembre del 2019, de 8,3%.
“Esto se explica básicamente por la limitación en la oferta que se encontró, debido a la prórroga del periodo de vacunación contra la fiebre aftosa, así como también se observó una mayor dinámica de la demanda externa por este producto”, explicó César Yunis, director de Estadísticas del Sector Real del BCP, en la conferencia de prensa virtual brindada este miércoles.
Entre los productos que reportaron disminución de precios, por su parte, figuran los quesos, las cervezas, los productos panificados y los huevos, con variaciones de -1% a -0,8%.
Perspectivas. El economista jefe del BCP, Miguel Mora, confía en que se podrá cerrar el presente año con una inflación de 1,2%, tal y como se prevé en las estimaciones del más reciente Informe de Política Monetaria (IPOM) elaborado por la banca matriz. Para el efecto, considera que se concretará el promedio de inflación mensual de 0,3% que se debería dar en los próximos meses.
“Por la tendencia que estamos viendo en la inflación, la proyección de 1,2% es factible. Habría que ver un poco hacia adelante, porque siempre hay cierta incertidumbre respecto a todo lo que estamos viendo, no solamente en precios sino en todas las otras variables macroeconómicas clave, como tipo de cambio y actividad económica”, sostiene.