Este viernes, el BCP dio a conocer su Informe de Política Monetaria (Ipom), en el que reveló que la proyección de crecimiento del PIB de 2022 se mantiene en 0,2%. Igualmente, la banca matriz anunció que la estimación de inflación para el 2022 se ajustó al alza, de 8,2% a 8,8%, mientras que para el 2023 el pronóstico se revisó a la baja, de 4,2% a 4,1%.
En ese sentido, el economista jefe del BCP, Miguel Mora, señaló que hay una recomposición del crecimiento sectorial, como consecuencia de los mejores resultados del periodo de producción de la zafriña. “Hay menores niveles de caída de la producción de soja, aumento de la producción del maíz, mejores perspectivas para el trigo y, por lo tanto, esto ha significado justamente una corrección al alza en esa proyección”, comentó Mora.
Sumado a esto, citó los mejores números en producción de energía, las correcciones a la baja del sector servicio y el ajuste al alza en el comercio.
Los sectores que mejoraron sus perspectivas desde el Ipom de marzo fueron la agricultura, electricidad y agua, y el comercio. En el primer caso, la estimación de merma en la producción se corrigió de -21,5% a -13%; para la generación de energía se espera ahora un crecimiento de 2,8% y la actividad comercial tendría una caída de 2,5%, menor a la de 6,3% contemplada previamente.
Por su parte, la actividad del Gobierno y la manufactura pasaron al terreno negativo en sus proyecciones del PIB 2022, con caídas esperadas de 0,5% y 0,1%, respectivamente. Para la construcción se pronostica un crecimiento ligeramente menor al anunciado en marzo, de 3,5%; la proyección de expansión de los servicios se recortó de 5,8% a 3,5%; y de los impuestos a los productos, de 3,3% a 0,2%. Finalmente, para la ganadería se anuncia una caída más pronunciada, de 2,5%.
Mora adelantó que esperan un trimestre más de resultado interanual negativo; para que luego, cuando inicie la campaña agrícola -entre agosto y septiembre-, las tasas interanuales sean positivas y “que en el acumulado del año nos estarían llevando a un crecimiento del 0,2%, similar al Ipom de marzo”, dijo.
Estabilización de la inflación
Por su parte, el presidente del BCP, José Cantero, explicó que la inflación a partir del inicio del segundo trimestre llegó a un techo y se estabilizó, por lo que desde la banca matriz creen que el país se encuentra ahora en esos niveles máximos de 11% de inflación que se registraron en los últimos meses, para luego comenzar a registrar en el último trimestre niveles de 8,6% de inflación.
“Esto se debe primero a las condiciones internacionales, los precios llegaron también a cierto tope y se están revirtiendo tanto en alimentos, como vimos, y así también en combustibles”, afirmó.
Cantero indicó que en la medida en que estos precios internacionales se estabilicen, la inflación hacia adelante va a ir convergiendo con más fuerza en el último trimestre de 2023, hacia el 4,1% que esperan para el siguiente año.
“Una inflación estable, compatible, es la base para toda la economía. El mayor costo que se pueda generar a un país es que la inflación se descontrole, que la expectativa de inflación se desancle y que esa inflación pueda no revertirse. Fuimos testigos de inflación en torno al 10% que fueron persistentes y eso también ha generado un escenario de tasas de interés nominal en el mercado que tuvimos antes de la transformación de nuestro país”, puntualizó.
Panorama internacional
Consultados sobre la aprobación que obtuvo el país en la evaluación del Grupo de Acción Financiera de Latinoamérica (Gafilat), desde el BCP sostuvieron que con este resultado tan favorable Paraguay está dando una señal muy clave a la economía global. “La principal señal es que Paraguay es un país que ratifica su seriedad y su compromiso en la lucha que significa este flagelo”, dijo Cantero.
Finalmente, los funcionarios se pronunciaron también sobre la situación internacional, indicando que la prolongación de la guerra entre Rusia y Ucrania, la aceleración del proceso de normalización de la política monetaria en las principales economías avanzadas y los confinamientos para detener la expansión de contagios de COVID-19 en China son factores que han afectado el panorama económico global.
Los analistas dijeron que, desde el informe anterior, los precios de las materias primas energéticas y alimenticias se mantuvieron elevados, ejerciendo presión sobre la inflación mundial.
No obstante, en la región, las perspectivas económicas para los socios comerciales mejoraron con relación al Ipom de marzo, impulsadas principalmente por la mejora en el pronóstico de crecimiento de la economía brasileña.
