En su reunión de este martes, el Comité de Política Monetaria (CPM) decidió por unanimidad incrementar la tasa de interés de política monetaria en 50 puntos básicos, para dejarla en 1,5% anual.
De este modo, la banca matriz continúa con la normalización de su política monetaria, en un contexto de mayor inflación en el país y el mundo como consecuencia de los elevados precios de las materias primas.
El elevado precio del dólar y la mayor demanda de carne en el mundo son factores que, en particular, han impactado en el nivel de inflación de nuestro país que ya se ubica en una variación del 5,6% en el acumulado de 12 meses, muy cerca del límite de 6% de la meta del Banco Central. Además, analistas apuntan que es probable que este año el IPC (Índice de Precios al Consumidor) se eleve por encima del 6%.
“La inflación ha repuntado en meses recientes, por encima de lo previsto anteriormente, lo cual se explica en gran medida por el impacto de los altos precios internacionales de los commodities y por la mayor demanda externa de la carne vacuna”, apunta el CPM en su comunicado. Se agrega que la actividad económica ha continuado con su expansión, principalmente en servicios e industria.
El documento recuerda que el mejor desempeño sanitario, sumado al importante efecto base de la actividad económica del año anterior, ha permitido tasas favorables de crecimiento. Por otro lado, destaca que en varios países del mundo se han verificado nuevas subas de precios en agosto, destacándose las altas tasas interanuales de inflación observadas en los países vecinos.
De este modo, el proceso de recuperación económica en el marco de un drástico descenso de muertes y contagios de COVID-19 en el país, sumado a la suba de precios que ya amenazaba con un “sobrecalentamiento” de la economía”, fueron factores clave para esta suba de la tasa de interés.
Vale recordar que en el mes de agosto se realizó la primera modificación de la tasa de interés, subiendo desde el 0,75% al 1%.
Agentes del sistema financiero esperan que esta gradual subida de la herramienta de política monetaria empiece a generar efectos sobre las tasas de mercado recién el año que viene, aunque ya se han notado ciertos indicios en este sentido.