En un artículo sobre la economía paraguaya publicado por Fitch Ratings, se pronostica que la inflación interanual del 2021 se situará más allá del 6% -que es el límite máximo de la banda de flotación para la política meta del Índice de Precios al Consumidor (IPC)-, para cerrar el año con una variación de 6,2%.
De este modo, la inflación acumulada de un año sobrepasará el límite del objetivo establecido por la banca matriz por primera vez desde el establecimiento de este esquema en el año 2011. Cabe recordar que el centro de esta meta es la inflación del 4% por año, con una flexibilidad de rango que va entre el 2% y el 6%.
Entre el 2011 y el 2014, cuando la meta de inflación era de 5% y podía fluctuar de 2,5% a 7,5%, el IPC al cierre de cada año se ubicó en 4,9%, 4%, 3,7% y 4,2%. Desde el 2015 y hasta el 2016, cuando la meta se ajustó a 4,5% y el rango se limitó a +-2%, las variaciones del IPC fueron de 3,1% y 3,9%. Del 2017 en adelante, con el actual nivel de metas, el IPC se situó en 4,5%; 3,2%; 2,8% y 2,2%, hasta el año pasado.
Es importante mencionar que, de hecho, al cierre de agosto último la inflación interanual se ubicó en la línea del 5,6%, en una franja ya cercana al 6,2% vaticinado por Fitch Ratings. “Pronosticamos que la inflación se elevará durante los próximos meses por encima del objetivo de banda superior del 6% que establece el BCP, impulsando el ciclo de subida de tasas”, apunta el artículo de la calificadora.
La estimación de inflación pronunciada por Fitch Ratings es bastante superior a la que maneja el BCP, de 4%. Para el 2020 también se llegó a vaticinar un nivel de inflación fuera del rango meta, en este caso por debajo de la base, específicamente en un 1,2% pronosticado por la propia banca matriz; sin embargo, el indicador logró cerrar el año levemente por encima del 2%.
Sobre los motivos de este nivel de inflación, Fitch apunta que en el caso de Paraguay son los mismos que en otros países de la región. Entre los principales, se encuentra una baja base comparativa dejada por el 2020 como consecuencia de la caída mundial de la demanda, a lo que se suma un elevado precio de materias primas en un contexto de reactivación económica a nivel global.
La firma recuerda que el precio de las materias primas genera un encarecimiento de los alimentos manufacturados. Una vez ajustado el mercado, Fitch estima que para el 2022 la inflación vuelva a ubicarse dentro del rango de la meta del Banco Central, en un 4,2%, ya que las materias primas cotizarán por debajo de sus picos de este año, que fueron bastante elevados y afectaron a todas las economías del mundo.
Con este vaticinio, Fitch Ratings se adhiere al análisis del Banco Central de que la aceleración de la inflación es transitoria y afecta solo al 2021, motivo por el cual espera que la tasa de interés de referencia del país suba solo a 1,25% al cierre del presente año. Esta tasa se mantuvo en 0,75% desde julio del 2020 y hace un mes recibió su primer ajuste, a 1%.
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Para el 2022, la calificadora prevé que la tasa de política monetaria (TPM) siga subiendo hasta un nivel de 2,50%, pero sin alcanzar aún al 4% en que se encontraba antes del estallido de la pandemia.
En este contexto, el crecimiento económico del país sería del 3,1%, según la estimación de la agencia internacional, y eleva su pronóstico hasta un 3,3% para el 2022.