«Algunos han tenido muy buena cosecha, a pesar de las condiciones difíciles, y otras regiones no tanto», expresó en una entrevista a MarketData. Puntualmente, el sur del país presenta un mejor panorama en comparación con el norte, especialmente en departamentos como San Pedro, el oeste de Canindeyú y el norte de Caaguazú, donde los productores enfrentan su cuarta zafra consecutiva con reveses en la producción debido a problemas climáticos.
«Es muy probable que lo que se cosechó hasta ahora haya sido lo mejor», comentó Pastore, resaltando que las lluvias recientes pueden ayudar en algunos casos, pero han llegado tarde para la mayoría de los cultivos.
¿CÓMO MITIGAR EL IMPACTO?
Para hacer frente a los efectos del cambio climático, el sector está apostando por la investigación y el desarrollo de variedades de soja más resistentes. «Estamos teniendo un programa de desarrollo de variedades de soja que estén mejor adaptadas no solo a la falta de lluvia, sino también a las altas temperaturas», destacó.
Asimismo, mencionó que otras instituciones, como el Instituto de Biotecnología Agrícola (Inbio), están trabajando en la evaluación de la soja HB4, una opción que podría brindar mayor resistencia a condiciones climáticas extremas.
El sector también está apostando por la siembra directa, una metodología que permite conservar mejor la humedad del suelo y que ya es ampliamente utilizada por los productores nacionales.
En el marco de las afectaciones por la sequía el director del gremio también precisó que, en el caso del maíz, producido mayormente en secuencia con la cosecha de soja, es otro de los cultivos afectados por la falta de lluvias.
«En 2024, la cosecha de soja tuvo una ventana de pocas precipitaciones, lo que atrasó la siembra de la zafriña», explicó Pastore. Esto impactó negativamente en la producción de maíz, ya que muchas siembras se realizaron fuera del periodo ideal o en condiciones adversas.
Mientras que algunas regiones lograron buenos rendimientos, en otras la producción estuvo por debajo de los promedios habituales, lo que derivó en una reducción significativa de la producción nacional.
MEDIDAS DE APOYO
Ante la crisis climática, el Banco Central del Paraguay (BCP) anunció medidas transitorias para apoyar a los productores afectados consistente en la refinanciación de la deuda. Según Pastore, estas disposiciones «permiten que los productores renegocien sus deudas con los bancos sin que esto afecte su categoría crediticia». Esto es clave para que puedan acceder a nuevos financiamientos y continuar con su producción.
«El productor necesita seguir trabajando y produciendo para pagar sus cuentas», enfatizó, destacando que las medidas llegan en un momento oportuno para brindar alivio financiero al sector.
PRECIO INTERNACIONAL
En cuanto al precio internacional de la soja, Pastore señaló que, luego del alza en 2022 debido a la crisis productiva global, la tendencia ha sido a la baja. «Hoy la oferta está muy firme, con Brasil liderando la producción y exportación mundial con una zafra de más de 170 millones de toneladas», detalló. Además, mencionó que la cosecha en Argentina, aunque afectada por coyunturas climáticas, sigue siendo importante.
En este sentido, subrayó que un factor que podría alterar la tendencia de los precios es la política comercial de Estados Unidos, especialmente bajo una posible nueva administración de Donald Trump.
«En su primer mandato, Trump tuvo un conflicto comercial con China, el mayor comprador de soja a nivel mundial, y Estados Unidos, el segundo mayor productor», recordó Pastore, dejando entrever que un posible cambio en la relación entre ambos países podría influir en los precios.